José Luis Rodríguez Zapatero se manifestó ayer por primera vez sobre la prohibición de las corridas de toros en Cataluña y aprovechó para reprochar al PP, al que no mencionó de manera explícita, que politice ese veto. El jefe del Ejecutivo repitió la filosofía que el presidente de la Generalitat, José Montilla, expuso tras la votación del Parlamento catalán: "Coincido con él en que hay que respetar todas las posiciones y en que no es conveniente utilizar las disponibilidades legislativas para prohibir".

Zapatero lamenta que el partido de Mariano Rajoy esté utilizando este asunto para sacar réditos políticos, con unas declaraciones en las que los dirigentes del PP se refieren a la abolición en términos dramáticos. "La prohibición refleja una profunda crisis nacional", dijo el eurodiputado conservador Jaime Mayor Oreja. "En este país --dijo Zapatero en una comparecencia tras el Consejo de Ministros-- se politiza absolutamente todo. Sabemos que hay un debate, que hay personas favorables a la fiesta de los toros y otras no favorables .... Se puede discrepar de esa decisión, pero no se debe politizar".

El jefe del Ejecutivo no quiso desvelar sin embargo si el PSOE apoyará en el Congreso de los Diputados la propuesta elaborado por el PP para que se declaren las corridas de toros como bien de interés cultural, y se limitó a decir al respecto que el Gobierno será "responsable" y "prudente".

DECISIONES LEGITIMAS El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que al igual que otros barones socialistas ha manifestado estos días su oposición a la prohibición de las corridas, calificó ayer de "excesivo" que el PP pretenda derogar la decisión del Parlamento catalán y manifestó que "no es una buena táctica" pretender permanentemente "poner en solfa" las decisiones de los parlamentos autonómicos.

Con la idea de no hay mal que por bien no venga, el alcalde de Castellón, Alberto Fabra (PP), aprovechó el veto para invitar a los aficionados catalanes a los toros a que se desplacen hasta su ciudad para asistir a los festejos que deseen a partir del 2012.

Por último, y a pesar de que el sector taurino se mostró el pasado jueves preocupado ante la posibilidad de que la abolición de las corridas de toros se extienda también a Baleares, el Gobierno de esta comunidad descartó ayer que vaya a regular los espectáculos taurinos.