El acusado de acabar con la vida de un hombre en Almendralejo, en mayo de 2016, se ha declarado inocente de los delitos de asesinato u homicidio, pues ha asegurado, ante el jurado popular que lo juzga desde hoy en Mérida, que la agresión mortal se produjo durante un forcejeo.

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial acoge desde hoy este juicio, en el que la Fiscalía pide una pena de 14 años de prisión para el acusado por un delito de homicidio, y hasta 25 años solicita la acusación particular que ve un delito de asesinato.

Los hechos sucedieron en la noche del 13 de mayo ante las puertas de una casa de alterne, donde habitualmente el acusado acudía para vender droga. Este tráfico de sustancias estupefacientes fue, al parecer, el motivo por el que se inició la discusión entre el encausado y la víctima, de 46 años, con quien coincidió en el prostíbulo.

A preguntas de las partes, el acusado ha remarcado que su actitud en el forcejeo era de defensa, ya que su oponente -la persona que falleció- le dio un cabezazo en la nariz y le puso un objeto punzante en el cuello.

Finalmente, este objeto punzante, y en el transcurso del forcejeo, terminó clavado mortalmente en la cabeza de la víctima.

Sin embargo, un testigo protegido en la causa ha declarado en esta primera sesión que el acusado le relató, minutos después del suceso, que, tras el forcejeo, fue al coche a por un destornillador y se lo clavó a la víctima.

Esta última, que se desplomó hacia atrás y se golpeó la cabeza contra el suelo, falleció como consecuencia de la incisión punzante, pues "le atravesó toda la masa cerebral".

El encausado, que padece epilepsia y trastorno compulsivo, según ha declarado su abogado, ha relatado que, tras coincidir con la víctima en el interior de la casa de alterne, ambos salieron a la calle, donde dos hombres le rodearon.

Posteriormente, este hombre -el ahora fallecido- le insultó, le pegó un cabezazo y le puso un objeto punzante en el cuello. En su ánimo de defenderse, el acusado le cogió las manos para "evitar" que se lo clavara y en el forcejeo se produjo la agresión mortal.

A juicio de la acusación particular, que pude una indemnización conjunta para los familiares del fallecido de 363.800 euros, el encausado respondió de "una forma desproporcionada", que no dio posibilidad de defensa a su víctima.

Para la Fiscalía, que reduce a 263.000 euros la responsabilidad económica, el agresor tuvo "una clara intención de matar". "Sabía perfectamente lo que hacía", ha añadido la representante del Ministerio Público.

A lo largo del juicio, que durará cuatro días, declaran 18 testigos -dos de ellos protegidos- y varios peritos y policías.