Agentes de la Guardia Civil han intervenido 8.000 unidades de artificios pirotécnicos de varias categorías de peligrosidad que se vendían ilegalmente en un puesto de venta ambulante en las fiestas de Talayuela (Cáceres) en abril.

Este puesto carecía de la obligatoria autorización administrativa exigida para la venta de estos productos, por lo que se identificó al titular del establecimiento como supuesto autor de una infracción Protección de la Seguridad Ciudadana y se intervino el material puesto a la venta.

Se han intervenido 8.155 artificios pirotécnicos, los cuales han sido depositados en un lugar habilitado hasta su destrucción, según ha informado la Guardia Civil en nota de prensa, en la que ha recordado que la venta de estos artículos sin autorización constituye una infracción grave del 'Reglamento de artículos pirotécnicos y cartuchería'.

Así, sus responsables se enfrentan a multas que van desde 300 hasta 30.000 euros y la Guardia Civil pretende con estas actuaciones controlar la seguridad de este tipo de productos, con el fin de que los ciudadanos obtengan artefactos pirotécnicos en condiciones óptimas.

Por último, la Guardia Civil ha recomendado una serie de precauciones a la hora de comprar y manipular estos productos, entre las que se encuentran adquirirlos en establecimientos autorizados y que no presenten imperfecciones en envolturas o mechas, además de dejar espacio suficiente alrededor y evitar su empleo en situaciones en las que haya aglomeraciones de personas.

Además, los petardos se deben prender aguantándolos con algún tipo de soporte, colocándolos en el suelo, lejos de la cara y las manos y éstos no se deben disparar contra personas ni en zonas de vegetación o donde haya líquidos inflamables.

Tampoco se deben encender dentro de botellas, latas, contenedores o basuras porque al explotar pueden producir metralla, jamás se deben juntar las mechas de varios petardos y siempre deben seguirse las instrucciones de uso de cada artículo.