Vestida para arrasar con un escotazo palabra de honor, Sarah Jessica Parker, protagonista y productora de Sexo en Nueva York (Canal Plus), acudió el domingo, en Los Angeles, a la entrega de los Emmy, la gran fiesta de la televisión estadounidense. Ante las pocas sorpresas y los muchos repetidores (volvió a ganar la serie The West wing ), la gala entretuvo a la audiencia con humor y moda.

En cuestión de ropero, ganó por KO Parker, que estuvo allí junto a su marido, Matthew Broderick, y dos compañeras de reparto, Kim Catrall y Kristin Davis. Las actrices, que dan vida a la pandilla de treintañeras adictas a la moda y las relaciones complejas, destilaron glamour de Quinta Avenida sobre la alfombra roja del Teatro Kodak, pero se fueron de vacío.

La gran sorpresa de la noche la dio Debra Messing, la protagonista de Will y Grace , que tras tres nominaciones consecutivas se alzó con el premio a la mejor actriz de comedia. El gran fiasco lo encajó la serie A dos metros bajo tierra (emitida este año por La 2), que se fue de vacío tras recibir 16 candidaturas. La triunfadora, por cuarto año consecutivo, fue The west wing . La serie, que lleva tres años durmiendo el sueño de los justos en los archivos de TVE, narra las peripecias en la Casa Blanca de un presidente demócrata al que interpreta Martin Sheen.

Todo el mundo quiere a Raymond , emitida por TV-3 y C+, resultó la mejor comedia. Los actores de Los Soprano (Canal Plus), James Gandolfini y Eddie Falco, se llevaron los laureles a los mejores intérpretes dramáticos. Y Tony Shalboub, de Monk, obtuvo el Emmy al mejor actor de comedia. Entre los asistentes a la gala, estuvieron las chicas de Friends (Canal Plus) --Jennifer Aniston y Courtney Cox-- y el actor francés Gérard Depardieu.