Al señor de las parrillas de Tele 5 no le gusta Ally McBeal . Si no, ¿cómo se explica que esta serie, icono de la modernidad, ejemplo de la tele del siglo XXI, paradigma del nuevo humor, se emita ahora hacia la medianoche, y en bloques de tres episodios? Hay que recordar que Ally reinó en las noches de Tele 5 en 1999 con audiencias de tres millones de fans. Y ahora se pasa de tapadillo.

Es verdad que, tras cinco temporadas, Ally McBeal se repite, y que los personajes están muy quemados, especialmente la protagonista, cada día más depauperada e histérica en su infructuosa búsqueda del príncipe azul.

Pero aun así, mantiene un toque de calidad en sus tramas: el pasado martes aparecieron Elton John, que ofreció un miniconcierto en el bar de la serie, y la actriz Jacqueline Bisset, que dio una lección de cómo besa una cincuentona. Sólo por eso ya valdría la pena verla sin tener que trasnochar.

Pero no. Al actual señor de las parrillas de Tele 5 --cadena en la que por cierto manda desde diciembre el audiovisual presidente italiano Silvio Berlusconi-- le gusta más Hotel Glam , Gran hermano y Salsa rosa , que las premiadas Ally McBeal y Hermanos de sangre , de Steven Spielberg (los viernes, a las 0.30). Pues qué alegría.