De nuevo la compañera Amalia Sánchez Sampedro ha puesto en la tertulia-debate de la señora Campos (Día a día , Tele 5) una imagen precisa, exacta, con la que nos identificamos sin reservas: pendían de sus pabellones auditivos dos zarcillos con la N y la O , es decir, el NO como santo y seña ante lo que se avecina. Pero no era solamente un No a la guerra de Bush lo que expresaban. Era también su postura ante el cierre de Egunkaria . Debieron de estremecerse esos zarcillos cuando asistieron al informativo. Allí nos pasaron la declaración de Aznar, desde México. Se refirió al diario vasco en los términos: "Pabellón de conveniencia del terrorismo". O sea, bandera pirata de los corsarios de la muerte. Es una apreciación que aterroriza. Pero aterroriza más pensar que una simple bandera de papel sea considerada tan temible. Más aún: espanta que se aniquile la libertad de expresión por motivos preventivos, sin juicio previo. Los zarcillos de Amalia ayer se agitaron como nunca. Estaban asustados. Acababan de asomarse al precipicio.

La prensa de los romanos --. En el La noche abierta le dieron a Camilo Sesto un masajito. A mitad de la sesión, dijo el masajista: "A Jesucristo le mataron porque la prensa era de los romanos. Si la prensa hubiera sido de los otros, hubiesen matado a Pilatos". Descubrámonos ante la aportación de Pedrito: los periodistas no sólo tenemos la culpa de todo, sino que además fuimos los inductores de la crucifixión de Jesús.