Ana Belén ha vuelto a la televisión después de haber protagonizado hace 18 años ‘Petra Delicado’ para Vía Digital y Tele 5. Ahora encarna a la malvada Pilar del Riego en ‘Traición’ (martes, 22.35 horas), la serie de estreno de TVE que cuenta las andanzas de una familia de abogados dominada por la perfidia y la ambición.

¿Qué sensaciones tiene con su vuelta a la televisión? Estoy un poco nerviosa porque cuando hay tantas expectativas… La verdad es que tengo mucho vértigo.

Sorprende en una actriz con tantas tablas… Eso no tiene nada que ver. El miedo se tiene, aunque haya estado trabajando en el teatro hasta hace poco. Esto es lo mismo, pero en el medio televisivo. Desde el primer momento que pisé la serie me he sentido comodísima. Estamos trabajando con un material humano muy bueno.

¿Es esta una serie de Ana Belén? No, en absoluto. Ya se verá que es totalmente coral y que tiene unos actores buenísimos. Cada uno de ellos tiene su trama y su historia absolutamente dibujadas. Lo que pasa es que a mi me toca ser la matriarca.

Parece que últimamente se está haciendo series con un papel preponderante de las mujeres… Esta es una ficción con personajes femeninos muy potentes, lo que es de agradecer. El mío tiene un lado masculino muchísimo más fuerte que el femenino.

¿Es usted muy matriarca en casa con su familia? En casa mandamos todos. No lo soy.

¿Le recuerda Pilar a alguien en concreto? El personaje está lleno de mujeres que he conocido a lo largo de mi vida y que están sentenciando constantemente.

¿Ha notado muchos cambios en el medio televisivo después de tanto tiempo? Sí, sobre todo en el aspecto técnico. Todavía me asombra cuando rodamos. Digo rodamos, pero en realidad es grabamos. Cuando llego a plató y veo la iluminación y la fotografía me parece como cine. Está a veces a una altura incluso superior. Ha cambiado muchísimo. El hecho de trabajar con las dos cámaras te deja perpleja. Antes se iluminaba desde arriba y era horroroso. Ahora llegas aquí y te encuentras que es como si no hubiera focos por ningún sitio. El único problema es que tienes más frío, pero es estupendo.

¿Está siendo duro el ritmo de grabación? Trato de sobrellevarlo. Siempre hay cosas peores, como las series diarias.

¿Le han hecho muchas ofertas en estos años de ausencia para volver a televisión? Me han llegado algunas, pero no muchas. Podíamos contarlas con los dedos de una mano.

¿Por qué se ha animado ahora? Porque me gustaba el proyecto y pensé que era abrir de nuevo un camino. Eso está bien. También porque estás viendo continuamente series de televisión muy interesantes, mientras que en el cine no te ofrecen cosas interesantes. No es aquello de que las actrices de una edad enseguida nos quejamos, sino que no están llegando proyectos en general que sean atractivos. Las cosas más interesantes se están haciendo en televisión, y yo lo estoy viendo.

¿Qué les da a sus compañeros para que todos hablen maravillas de usted como persona? Nada. He hecho lo que siempre he hecho desde que empecé a trabajar en esta profesión: tratar de crear buen ambiente y tener buenas relaciones. A mi me gusta que me den cariño, pero si no lo doy yo antes… ¡Soy tan feliz cada vez que llego a un rodaje! Solo ha habido dos veces en mi vida que me he quejado de que se me hacía muy duro. Es una delicia encontrarme con mis compañeros. Los pocos momentos que tenemos para estar fuera de personaje nos reímos mucho y nos lo pasamos bien. Eso se agradece mucho. Yo no sé trabajar de otra manera, bajo presión y sin entenderme con nadie.

¿Qué le parecen los ataques que ha recibido su amigo Joan Manuel Serrat por sus opiniones sobre el referéndum de Cataluña? Muy triste. Solo puedo decir eso: triste.

¿Qué series actuales le gustan? Una que me gustó desde el primer momento, por ser un hallazgo, es 'El Ministerio del Tiempo'. Me parece estupenda. Lo clavan. Se está haciendo muy buena ficción en España. Afortunadamente hay por ahí gente muy joven que se ha incorporado a este mundo y que son realmente importantísimos.

¿Cree que ha evolucionado mucho la interpretación? Sí. Los chicos jóvenes de ahora saben muchísimo y están preparadísimos. Todos han estudiado y van a cursillos continuamente.

¿Eso no pasaba antes? Era muy excepcional. Recuerdo cuando empecé que venía del Teatro Estudio y había muchas reticencias porque decían que veníamos del método. Pero en el momento en que nos pusimos todos a trabajar aquellos recelos desaparecieron y daba igual de dónde vinieras.

¿Quién le ha llamado más la atención de esos actores jóvenes? Hay muchos. No sacará un nombre de mi boca.