El anuncio del Gobierno de una "drástica" disminución de la publicidad en TVE ha provocado las críticas de dos sectores afectados: los anunciantes y las empresas de telecomunicaciones que, en principio, costearían con un impuesto la publicidad que perdería la TV pública. Así, la Asociación Española de Anunciantes (AEA) criticó el recorte publicitario por tener efectos "de manifiesta gravedad e importancia" sobre el consumo y, por eso, ralentizará la salida de la actual crisis económica.

La AEA apunta la "convulsa" situación que vive el sector audiovisual ante el anuncio, y contempla "con incertidumbre la planificación de sus campañas a medio y largo plazo previstas para emitirse en TVE". "Esto, unido a la posible concentración de oferta y encarecimiento de las tarifas, podría dejar fuera del medio a gran número de empresas con el consiguiente impacto económico negativo sobre el consumo", afirma.

Por su parte, Asimelec, patronal de las empresas de electrónica y comunicaciones, rechazó ayer que sean estas las que financien TVE mediante tasas, ya que la presión fiscal que tienen en España es muy superior a la de otros operadores europeos.