El Gobierno aprobó ayer el plan para la desaparición escalonada en toda España de la televisión de emisión analógica, que deberá ser sustituida por el sistema de televisión digital terrestre (TDT). Según este plan, el denominado apagón analógico se realizará en varias etapas. Así, el primer corte se llevará a cabo el 31 de diciembre del 2008, y el último y definitivo, el 3 de abril del año 2010. Ese plazo de 941 días marcará el comienzo de "una nueva era audiovisual", según dijo ayer la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

El plan aprobado prevé cuatro fases. La primera, que tiene como fecha tope el 31 de diciembre del 2008. Entonces deberán estar finalizados los actuales proyectos pilotos que se están realizando en Soria y A Fonsagrada (Lugo), y que afectan a un total de 447.000 habitantes, un 1% de la población española.

En la segunda fase afectará a zonas de menos de 500.000 habitantes y deberá concluir a finales de junio del 2009. Este apagón interesará a 5.628.000 habitantes (12,6% de la población). En esta fase se realizará, al menos, un proyecto de apagón en cada comunidad autónoma.

La tercera fase finalizará el 31 de diciembre del 2009, se centrará en ciudades de hasta 700.000 habitantes y alcanzará ya a 14.475.000 personas (32,4%). Para esa fecha aún quedarán 30.230.000 españoles con televisión analógica, en ciudades de más de 700.000 habitantes. Pero el 3 de abril del 2010 deberá haberse acabado la tecnología analógica en España y solo se tendrá acceso al sistema digital.

Para llevar a cabo su plan, el Gobierno ha establecido 73 áreas técnicas y 90 proyectos de transición. La TDT no solo permitirá una mayor oferta de canales y mayor calidad de imagen y sonido, sino también el suministro de servicios interactivos, como el acceso a internet, y la emisión de imágenes en formato panorámico y --en un futuro-- la alta definición.

Según explicó ayer el secretario de Estado de telecomunicaciones, Francisco Ros, la recepción de las emisiones en TDT será gratuita, aunque el Gobierno podría estudiar, "si la industria lo solicita", la posibilidad de que las teles den una parte "reducida" de su programación codificada y de pago. Para ello, habría que modificar la legislación. Un ejemplo de esa reducida parte codificada son los partidos de la Liga, que podrían comercializarse de forma similar al actual sistema de pago por visión.

EL CASO DE ANDORRA

El próximo 25 de septiembre, Andorra realizará su apagón analógico , por lo que se convertirá en un banco de pruebas para el resto de los países europeos que están en plena transición. Una de las grandes ventajas de Andorra es que este apagón se realizará con cerca del 85% de los hogares con descodificador de TDT, o con televisores que llevan incorporado este descodificador. Además, el 96% de la población ya sabe qué es la TDT.