En pleno furor por los televisores planos, los primeros receptores en blanco y negro, hechos de lámparas y bobinas y revestidos de maderas nobles, se han convertido en uno de los productos más apreciados para coleccionistas y nostálgicos. Para estas personas, y para todos los que tengan curiosidad por ver cómo fueron los años heroicos de la pequeña pantalla, el 15 de diciembre se inaugurará en Sant Cugat (Barcelona) una muestra en la que se podrá ver, a través de 60 receptores perfectamente conservados, la evolución desde los años 30.

Además de televisores, la exposición también acogerá un plató de televisión de antes de la revolución digital, un escenario en el que se podrá rememorar cómo se hacía televisión en la década de los 60, que es cuando se asentó en España.

UNA COLECCION PRIVADA

La exposición, que estará abierta del 15 de diciembre al 4 de febrero, incluirá además la emisión de una selección de programas históricos y las respuestas que dan grandes personajes del mundo audiovisual a la pregunta "¿Qué es la televisión?".

Todos los televisores que se expondrán en la muestra provienen de una de las mejores y más completas colecciones privadas que existen en el mundo, y que es propiedad de Francesc Avellano. Desde 1980, este anticuario y coleccionista ha ido comprando por toda Europa, reparando y reuniendo una colección que consta de más de 500 aparatos.

De entre las joyas que se podrán ver destacan un televisor de la marca inglesa Bush de 1948 (con la carcasa de baquelita), un Standart Eléctrica de 1957 (el primero que se fabricó en España, con diseño italiano), y un receptor de 1939 que se vendía a piezas. Ver para creer.