Las 12 uvas. Las de la suerte. A las que se fían los buenos deseos, sueños y propósitos. Los segundos más celebrados. A tiempo o a destiempo. Con un pelotón de uvas en la boca o con los 12 granos esperando en el plato ya estrenado el año. Un repaso a la hemeroteca descubre momentos hilarantes de ese momento, cuya tradición arranca en 1962.

La confusión entre los cuartos y campanadas ha sido recurrente a lo largo de los años. Como la que en 1989 llevó a Marisa Naranjo a anunciar la primera de las campanadas cuando ya se había iluminado el letrero "Feliz 1990". "Estos son los cuatro cuartos", anunció cuando ya sonaban las campanadas. "Notarán ustedes que el sonido es totalmente diferente...", se recreó.

También Irma Soriano protagnizó en 1994 un momento similar cuando se pasó los cuartos hablando y hablando -frases tipo "Nos encantaría que fuesen felices"- y anunció la primera campanada cuando en realidad era la sétpima y la volvió a anunciar a la novena. Su cara al darse cuenta de que había metido la pata no tuvo desperdicio. "No he oído el carrillón, no he oído cuartos", se quejó ante el realizador.

Pero para errores el de Iñigo en en 1994, que proclamó eufórico: "Feliz 1964", después de haber escuchado como en cada campanada Carmen Sevilla hacía su particular dedicatoria: "Felicidades España... Dios bendiga... Para todo el mundo..." El reloj en vez de avanzar un año, había retrocedido 30.

Y si ya es díficil comerse a tiempo las 12 uvas, en TVE española lo hizo prácticamente imposible en el tránsito del 1996 al 1997. Ese año las campanadas fueron particularmente aceleradas. Las más rápidas de la historia. El motivo fue que no se retardó el tiempo que pasa entre toque y toque del reloj para dar tiempo a la gente a tragar. En lugar de los 34 segundos habituales, se quedó en 17. .

Y sin tomar las uvas se quedaron también las personas que en el fin de año del 2014 siguieron la retransmisión por Canal Sur. Dos cortes publicitarios se colaron en medio de la retransmisión, creando una confusión total.

Y accidentadas, pero menos, fueron las campanadas del 2012 cuando a Paula Vázquez se le rompió el vestido en plena transmisión. Una pesadilla que la presentadora y Carlos Sobera supieron solventar con gracia. Llamaron a la modista, que fue la tercera protagonista de la noche. Todo quedó en una anécdota.

Y si estos son los errores, que se han visto en directo, la historia de las campanadas está regada de un rosario de otras anécdots y curiosidades que no se han visto, y que aquí, en el siguiente vídeo explican algunos de sus protagonistas.