Cuando telefoneé a Manolo y le pregunté qué le parecería aparecer en el programa Epílogo , le dio la risa y exclamó: "¡Qué gracioso!". Así recuerda Begoña Aranguren, directora de Epílogo , la reacción de Vázquez Montalbán cuando le propuso intervenir en un programa que sólo se emitiría cuando él hubiese muerto. "Y no hubo necesidad de explicárselo dos veces", apunta Aranguren, que no tuvo ningún problema con el malogrado escritor catalán para grabar este singular espacio, que hoy emite Canal+ sin codificar. Además, y de forma excepcional, se emitirá mañana miércoles (9.07 horas).

El Epílogo de Manuel Vázquez Montalbán, que se grabó hace año y medio en Madrid, empezó con dudas por parte de Aranguren: "¡A ver si es un personaje soso!", se preguntaba la directora ante un personaje de imagen tímida y retraída.

CON PANTALONES VAQUEROS

Pero nada más verle entrar en el plató de la Ciudad de la Imagen --"Con unos raídos pantalones vaqueros", recuerda Aranguren--, se diluyeron todas sus dudas: "Estuvo formidable. Hizo un repaso de todas las cosas que ha vivido de una forma muy brillante e inteligente".

La directora de Epílogo señala que durante la entrevista Vázquez Montalbán sedujo a todo el equipo del programa con su ironía y causticidad. "Estuvo realmente gracioso durante las cerca de tres horas que duró la grabación", explica. Eso sí, se lamenta de que este programa sólo dure 55 minutos. "En televisión, y sin cortes de publicidad, es mucho tiempo, pero es una verdadera lástima tener que eliminar otros tantos minutos de un personaje tan brillante, un intelectual que, pese a vivir en una sociedad intolerante, no se quemó ni nunca perdió la ilusión".

En el programa, Vázquez Montalbán recordó su infancia en El Raval (marcada por las visitas a su padre, encarcelado por motivos políticos). También habló de su propia experiencia en la prisión durante los años de la resistencia antifranquista (época de la que señala que había muy pocos socialistas luchando contra la dictadura), y de su pasión por el Bar§a.

De su actividad periodística, Vázquez Montalbán destacó su paso por publicaciones como Cuadernos para el diálogo , Por favor , Hermano lobo , Mundo obrero , La calle , Interviú y, especialmente, Triunfo , revista que marcó toda una época cuando la prensa empezaba a dejar de tener una única fuente y voz.

Manuel Vázquez Montalbán también evocó una imagen gastronómica (una de sus grandes pasiones) a la hora de despedirse: "Un puñado de aceitunas negras y un pedazo de pan caliente, que forman parte de una vivencia de infancia".

Al final de la entrevista, y cuando se le preguntó qué testimonio le gustaría que quedase de él, el padre de Carvalho dijo con guasa: "El que calcula compra en Sepu".