Imaginemos que, dada la preocupación electoral que hay en el PP ante un problema tan grave como es el de la relación entre inmigración y delincuencia (que, como nos descuidemos, también romperá España), un exministro del Interior muy popular, pongamos por caso Angel Acebes, idea una vacuna audiovisual: el Gran hermano del escarnio. Este reality show consistiría en encerrar en una cárcel auténtica a un grupo de jóvenes, de toda raza y color, y con antecedentes penales leves, para que se hagan una idea de lo que les caería encima en un futuro si persisten en seguir por el mal camino.

Este insólito experimento pedagógico parece la plasmación de aquel chiste machista sobre el hombre que, nada más llegar a casa, le da un zurriagazo a su mujer, "por si acaso". De momento, no parece que haya ninguna cadena española que se haya planteado un proyecto tan insólito, pero en Inglaterra ya está visto para sentencia: el próximo mes de octubre, Channel 5 estrenará este alucinante show con el título de Banged up with Blunkett, y dirigido por David Blunkett, exministro del Interior de Tony Blair, conocido por sus problemas con las faldas y ciertos devaneos contables que le costaron el cargo. Sin duda, este político invidente, reconvertido ahora en columnista estrella del periódico sensacionalista The Sun (¿cuál, si no?), da el perfil exacto para plantear un reality de este calibre.

En Banged up with Blunkett (algo así como Dales con el Blunkett ), los 10 jóvenes precondenados deberán penar sus preculpas encerrados durante dos semanas en un tétrico centro penitenciario de Scarborough (Yorkshire). Allí, recibirán la visita de delincuentes de toda ralea y condición que les explicarían sus aterradoras experiencias carcelarias, y lo felices que son ahora por haber enderezado sus vidas. David Blunkett también se pasearía por las celdas de los precondenados con su perro (lazarillo, que no guardián) para reflexionar con ellos sobre las lecciones de mala vida.

Según el propio Blunkett, la idea es avisar de antemano cómo es una prisión para animar así a tomar un camino alternativo. Curiosa variante de la máxima de la democracia en la que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. En Banged up with Blunkett, a todo el mundo hay que castigarlo antes de que sea culpable. Esto sí que es dejar aquello del "experimento sociológico" de Mercedes Milá en pura nadería.

¿Llegará algún día a España esta variante salvaje de Gran hermano ? Mejor no saberlo. Pero vale la pena recordar que Blunkett y Acebes hicieron muy buenas migas en el 2001, cuando ambos eran ministros del Interior y llegaron a fructíferos acuerdos de extradición-exprés de delincuentes. Mejor no imaginemos.