Cerca de 200.000 niños ven la tele más allá de la medianoche en España. Con este dato en la mano, la directora general de RTVE, Carmen Caffarel, hizo el jueves un llamamiento a los padres para que controlen el uso que sus hijos hacen del televisor. Un ruego que apoyó en otra cifra no menos alentadora: más de un millón de niños ven la televisión después de las diez de la noche.

Durante un foro de debate sobre televisión infantil de calidad, la responsable del ente público recordó la "importante implicación" que las familias deben tener en relación a los horarios y contenidos que dejan ver a los pequeños de la casa, al tiempo que recordó que los niños pasan las mismas horas en el colegio que delante del televisor.

"BUSCAR LA EXCELENCIA"

La secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Amparo Valcarce, que también participó en el foro de debate, aseguró que la creación de contenidos audiovisuales dedicados a los más pequeños "debe buscar la excelencia", ya que no son un producto menor, "sino de interés estratégico" para todos. Ofrecer una televisión de calidad a los niños implica, según enumeró Valcarce, "integrar aspectos de entretenimiento, desarrollo y educación". En este sentido, la secretaria de Estado recomendó consultar los documentos elaborados por RTVE para orientar en la creación de productos audiovisuales enfocados a los niños.

En referencia al grado de cumplimiento de los códigos de autorregulación de los contenidos destinados a los menores, el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, aseguró el pasado lunes que el Gobierno está realizando un exhaustivo seguimiento de la programación que emiten las distintas cadenas. Moraleda prometió que el Ejecutivo respetará la independencia de los medios, pero avisó de que no será "complaciente con los compromisos incumplidos".

El responsable de Comunicación destacó también la inexistencia de controles de los contenidos que la infancia recibe en otros soportes, como internet o el móvil. En este sentido, prometió que la futura ley general audiovisual incluirá mecanismos, sin precisar cuáles, para controlar que a través de estas vías de comunicación en constante evolución no lleguen datos o imágenes inadecuadas.