Sin sorpresas, pero con bombazo. En la primera semifinal del Festival de Eurovisión del martes se clasificaron los cinco grandes favoritos para estar en la gran final del sábado; pero sí un bombazo inesperado: la espectacular chipriota Eleni Foureira, con su tema pop Fuego, ya es primera en las casas de apuestas. Antes de aterrizar en Lisboa, Eleni ocupaba el lugar 28, pero tras mostrar su puesta en escena en los ensayos -con un look que recuerda a la Beyoncé más explosiva de Single ladies-, ha conseguido lo que parecía imposible: desbancar a la israelita Netta Barzilai, máxima favorita desde que fue elegida para ir a Eurovisión.

La actuación de Foureira fue el terremoto que incendió la noche: un espectáculo de ritmo, marcha, efectos visuales, luz, fuego, color y energía. Eleni, una diva adorada por los fans, es todo flexibilidad. Su coreografía incluye múltiples movimientos de cabeza con que luce pelazo.

Por su parte, Netta Barzilai cantó Toy. La artista escenificó un colorido circo de ritmo y color con que denunció el acoso sexual y la discriminación contra las mujeres. Con el aleteo de brazos de su coreografia, la artista quiso llamar gallinas a los acosadores, a los que considera unos cobardes.

El checo Mikokas Josef, recuperado de la lesión en la espalda que estuvo a punto de hacerle abandonar el certamen, consiguió explotar con la interpretación de Lie to me su imagen de chico listo/chico travieso, en claro contraste con la candidez del irlandés Ryan O’Shaughnessy. Guitarra en mano, este defendió la balada Together; una historia de amor entre dos hombres reforzada por la coreografía de dos bailarines alrededor de un banco y una farola en medio de una nevada.

Además de Chipre, Israel y República Checa, también lograron el pase a la final Albania, Estonia, Austria, Finlandia, Irlanda, Lituania y Bulgaria. Es decir, nueve países han hecho ya las maletas.

Destacó por su visualidad la propuesta escénica de la estonia Elina Nechayeva, otra de las grandes favoritas de este año. La soprano defendió La forza, una ópera rock cantada en italiano. Lo que más sorprendió fue su inmensa falda esparcida por todo el escenario sobre la que se proyectaban múltiples formas de color y en movimiento.

El quinteto búlgaro Equinox, otro de los grandes en Lisboa, consiguió clasificarse con su Bones, una balada mística sobre la espiritualidad del amor. Cinco voces aunadas a la perfección con una puesta en escena sencilla y en la penumbra; una interpretación dramática e intensa.

En el podido de los destacados hay que incluir también a la finlandesa Saara Aalto, que se clasificó con su tema pop titulado Monsters, un alegato a la salida del armario. En él, la artista dice: «Esta noche haré amigos con todas las criaturas que escondo ahí, dentro de mi cama». Espectacular final, con la intérprete dejándose caer de espaldas en brazos de dos de sus bailarines.

Atención también al albanés Eugent Bushpepa, que interpreta Mall. Recientemente fue elegido como el mejor solista masculino de Eurovisión 2018 por los lectores de Wiwibloggs, una de las más prestigiosas webs especializadas en Eurovisión.

Hoy se celebra la segunda semifinal (La 2, 21.00 horas), en la que tomarán parte 18 países. También pasarán de ronda diez que, junto los clasificados el martes, se unirán a los seis que ya están clasificados de oficio para la gran final del sábado: Portugal como país anfitrión y los llamados Big Five: España, Francia, Italia, Reino Unido y Alemania, que son los que más contribuyen económicamente a la red Eurovisión.