Sir Cliff Richard reclamó ayer a Massiel el primer puesto del festival de Eurovisión de 1968. A pesar de haber transcurrido 40 años, el británico ha reivindicado el trofeo tras enterarse de que en España se comenta que Franco manipuló el concurso. Richard no ha podido olvidar lo ocurrido en el Royal Albert Hall de Londres. Massiel ganó con el La, la la y él quedó en segundo lugar con Congratulations, por un punto de diferencia. "Si, como dicen, creen que hay pruebas de que yo era el ganador, sería la persona más feliz del planeta", declaró a The Guardian, que ayer llevaba la noticia en portada.

"Durante mucho tiempo he vivido con ese número dos encima y sería estupendo si alguien del concurso, oficialmente, llega y me dice: Cliff, tú ganaste esa maldita cosa después de todo", comentó el artista de 67 años, que está de gira por Alemania. Richard reconoce que nunca ha sido un buen perdedor y lleva clavada aquella derrota, aunque admite que abrir una investigación a estas alturas "puede ser un esfuerzo que no merece la pena".

REVELACION "DIVERTIDA" La historia del posible tongo provocó en los medios de comunicación británicos abundante publicidad y titulares como ¿Le robó Franco eurovisión a Cliff? y A Sir Cliff Richard le robaron en 1968 Eurovisión para gloria del fascista de Franco, según alega una directora de cine. Al compositor de Congratulations, Phil Coulter, la revelación le parece "muy divertida". Congratulations vendió un millón de copias, lo que demuestra, dice, "que fue la canción que ganó Eurovisión en términos prácticos".

No todos en el Reino Unido creen que Massiel triunfó de manera fraudulenta. Jaime McLoughlin, que lleva una página en internet dedicada a Eurovisión (Whoops Dragovic), estima que la española recibió la ayuda crucial de Alemania "porque la semana antes del festival fue a un show muy popular de la televisión alemana a presentar la canción". Richard no responsabiliza a Massiel de la votación y promete mandarle una copia dedicada de Congratulations si el resultado de Eurovisión se revisa y él gana.

Montse Fernández Villa, directora del documental Yo viví el mayo español, se muestra "sorprendida" por la polémica, que cree "un monumento a la desproporción que solemniza una tontería". Según explica, la compra de votos que insinúa José María Iñigo en el documental "era una práctica habitual desde los años 50", publicada por directivos de las televisiones y de las discográficas.