Apoltronarse ante el televisor sigue siendo la primera opción de ocio en el mundo. En el 2004, cada habitante se pasó ante la pequeña pantalla una media diaria de 187 minutos. Es decir, tres horas y siete minutos por persona y día, según expuso la firma de audiometría Eurodata en el Mercado Internacional de Producciones de TV (MIP-TV), celebrado recientemente en Cannes.

Si bien es una cifra de consumo de tele alta, hay que tener en cuenta que es una media sobre un total de 1.200 cadenas de 73 países, con una audiencia potencial de 2.700 millones de personas. Como en esta inmensidad se incluyen países del Tercer Mundo, la media global se modera. Pero si se analizan sólo los países más ricos y avanzados se comprueba que la sociedad occidental consume tres horas y 49 minutos por persona y día.

El espectador de EEUU se mantiene como uno de los teleconsumidores más compulsivos, con cuatro horas y 28 minutos de tele diarias. Pero los japoneses baten récords con más de cinco horas (301 minutos).

España, que está en la parte alta de la clasificación mundial de consumo de TV, mantiene un cierto control con 218 minutos por persona y día. Sí destaca el aumento respecto al 2003 (cinco minutos), pero hay que tener en cuenta varios hechos de impacto social que dispararon el teleconsumo en el 2004: Eurocopa de Portugal, los JJOO de Atenas y los días entre los atentados del 11-M y las elecciones del 14-M.

En los países occidentales destaca un importante crecimiento del consumo del género noticias (hasta un 45% con respecto al 2003), que se debe a grandes acontecimientos del 2004: Irak, las elecciones en EEUU y la entrada de nuevos países en la UE. También los telediarios dieron amplia información de los JJOO, la Eurocopa y los partidos de clasificación para el Mundial de Alemania. Estos acontecimientos deportivos han concentrando más del 50% de las mejores audiencias deportivas del año.

MANDA LA FICCION

Al margen de hechos extraordinarios, Eurodata señala que la ficción es el género preferido: copa el 46% de los 10 programas más vistos en cada país. También se observa que el éxito de series, telefilmes y comedias va en detrimento del cine, que en el 2004 ha perdido una parte de la cuota de mercado: apenas representa el 25% del total de la ficción. También los formatos de telerrealidad que nacieron a raíz del éxito de Gran hermano y Operación Triunfo siguen consumiéndose con fruición, aunque se percibe un cierto decaimiento.