En el capítulo de esta semana de Cuéntame... (TVE-1) abordaron aquel otoño de 1970, aquel otoño tan perro de los consejos de guerra de Burgos. El cura Eugenio, encendido, les lanza a los feligreses una hermosa filípica después de misa de doce. Les habla de la intolerable violencia que practica el régimen. Y les lee aquella célebre pastoral de los obispos de Bilbao y San Sebastián. Pero buena parte de la parroquia no le entiende. No le quiere entender. Don Servan, el quiosquero, comenta desde un banco de la iglesia: "Parece La Pasionaria vestida de cura. Es un pedazo de rojo y no me extrañaría que además fuese masón". Y en la taberna, cuando Eugenio va a tomarse una cerveza, un vecino le advierte: "Ojo, que se va a quedar sin parroquia. Mi mujer dice que el próximo domingo la lleve a San Telmo, que allí hay un cura como los de antes". ¡Ah!, el pobre mosén, incomprendido, sólo encuentra la ayuda de los jóvenes Mario y Tony: en la parroquia le echan una mano en aquellos trabajos tan amanuenses, peligrosos y secretos que solían hacer algunos raros en aquellos tiempos: darle a la vietnamita e imprimir unas octavillas para lanzarlas por el barrio, por la noche.

Este capítulo deberían haberlo emitido el pasado 20-N. Hubiera sido un buen contraste en esa jornada de exaltación franquista y retro. Hubiera sido un buen golpe. Y además era jueves, día de emisión de Cuéntame... , aunque, incomprensiblemente, en ese 20-N TVE emitió la miniserie Arroz y tartana . Eso también fue una rareza, sí señores. Pero al menos con este capítulo de esta semana hemos disfrutado. Mientras parte de la sociedad se manifestaba contra los procesos sumarísimos de Burgos, en TVE salían Julio Iglesias, Massiel y Jaime Morey sumergidos en el almíbar de Pasaporte a Dublín , programita que hacía TVE para distraernos con la ilusión del Festival de Eurovisión. Nos decían que eso era ser europeos.