Ayer cerraron la segunda edición de La isla de los famosos con más pena que gloria. Los dos finalistas, María Pineda y Felipe López, son dos criaturas excelentes pero aburridísimas. Carecen del más mínimo gancho, mordiente o glamour. El título se lo podían haber jugado a los chinos y nos hubiera dado lo mismo. Y es que este concurso ha desperdiciado, de una forma que no se puede comprender, a los únicos concursantes que valían la pena. A saber: Marc Ostarcevic, Santiago Urrialde, Fayna, Silvia Fominaya y el perrito Plis . ¡Ah!, qué quinteto. Con estas cinco criaturas --más Paula Vázquez y sus biquinis-- los de la productora Gestmusic hubiesen montado la mejor Pensión Mosquito del Caribe . Nosotros en casa ya elegimos ganador hace días. Lo sometimos a votación y salió, por unanimidad, Marc Ostarcevic. ¡Ah! qué hermosura. Ese cuerpo de Marc ahí plantado, gloriosamente desnutrido, tiene la fuerza de un Gandhi. La prestancia de un faquir. Viendo en lo que se ha quedado Marc, está clarísimo que su aventura robinsona ha sido durísima. Y su aguante, ejemplar. Ya lo dijo Santiago Urrialde el otro día, antes de que le echasen del concurso: "Ojo con Marc, que es de hierro. Primero está la Thatcher. Luego él". Pues se han cargado al hierro y han dejado el latón. No es consuelo.

Noemí regresó a Marte. El jueves reapareció Noemí Ungría en Marte (Crónicas marcianas , Tele 5). Fue una hermosa madrugada. Las terribles volteretas de aquel descapotable no han acabado con su felicidad. Nos alegramos. La vimos muy bien. Solo una leve, casi imperceptible cicatriz, arañaba suavemente una esquina de su frente. Su compañera, Raquel Morillas, permanece todavía ingresada, pero conectó por teléfono con el programa y su voz sonaba también repleta de una energía muy grande. Y al final, después de charlar animadamente con Sard , concluyó Raquel rogándole a Noemí: "Ven enseguida. Ya sabes que no puedo dormirme si no estás tú". Y Raquel se emocionaba. ¡Ah!, el amor siempre es hermoso.