Hay imágenes, inocentes en sí mismas, que la coyuntura política en la que vivimos las puede llegar a magnificar y subvertir. Durante el partido de fútbol Bar§a-Madrid, las cámaras de la televisión catalana TV-3 recogieron ese instante de la tribuna del Camp Nou en el que se veía a Carod y Maragall sentados juntos.

¡Ah! que excitación para los analistas del intríngulis. Después del partido, en esos interesantes ejercicios que nos hace la teva sobre las anécdotas que han ocurrido, el comentarista advirtió: "¡Carod y Maragall se han pasado todo el partido hablando! Artur Mas, tres asientos más allá, estaba serio pero les miraba de reojo".

O sea, que lo que fue una simple cuestión de protocolo en el reparto de asientos ha levantado imaginaciones de todo tipo en el orden de lo político.

Más explícito fue el comentario que escuchamos en el Telediario-1 (TVE-1) de ayer. Fijándose también en la ubicación de los dos líderes, iban más allá y decían que esa colocación, ese estar juntos, era señal de que había un pacto seguro entre PSC y ERC. Lo que no podría asegurarles es si en TVE lo dijeron con pesar. Desde luego, sin ninguna alegría.

El artículo 18 --. Convocó Informe semanal (TVE-1), el sábado, a diversas criaturas emergentes de nuestra sociedad para que dijesen algo acerca de la Constitución.

Interesante lo que dijo la cantante Lolita. Se fijó en el artículo 18. Lo leyó: "Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar, y a la propia imagen". Y advirtió: "Creo que ninguno lo hemos cumplido". Tiene razón. Basta con poner la tele y ver cómo se conculca este artículo cada día.

Un gallo en la jaula --. A los ratoncitos de la ratomaquia Gran hermano (T-5) Merceditas les ha regalado un gallo muy bonito. Dijo que se llama Arrogante.

Pobre animal: le bautizan arrogante pero lo entregan capado. Mal asunto para el gallito: capado, y en Navidad, pollastre a la cazuela. Fijo.