Se despidió Jordi González en la madrugada de ayer. O sea, A-3 TV ha cerrado Abierto al anochecer . ¡Ah!, es éste un tipo de clausura que sólo pueden lamentar los que trabajaban en ella. O los que de ella se servían. Eligió Jordi en su adiós un repertorio consecuente. Primero Belén Esteban, señora elevada a la fama televisiva por ser ex de Jesulín. Salió a contar que ya tiene un nuevo pollastre en su corral. O sea, que en breve, cuando el pollastre vuele, ella volverá a ser noticia. Y así hasta que el Arca de Noé no pueda con tanto personal y se hunda, como el Prestige .

Luego sacó a Mariajosé Galera, aquella exratoncita de la primera ratomaquia. Salió simplemente a recordar que aquella pasión que tuvo con Jorge Quién me pone la pierna encima ha acabado fenecida, y que en este programa, precisamente, vivieron una de las peleas más perras de la historia canina. Finalmente, consciente Jordi de que estaba en pleno 20-N, sacó a un sobrino del marqués de Villaverde, un tal Pocholo, que por lo visto hace maravillas en Valencia y en Ibiza. Dijo tener un negocio que consiste en organizar vacaciones en compañía. En compañía de dos señoras que llevó al plató para que viésemos la calidad de la oferta. No es nuevo el negocio de Pocholo. Como oficio, es uno de los más viejos del mundo. Jordi concluyó la noche diciendo adiós desde un inquietante ascensor. Un artilugio tremendo. Un montacargas que hay allí, que sólo baja. Nunca sube.