Fue icono de los años 70 gracias a sus papeles en Klute y MASH y a su actitud contra la guerra de Vietnam, y un sex symbol por la atrevida escena con Julie Christie en Amenaza en la noche . Ahora, 35 años más tarde, a sus 72 años, con una impresionante carrera a sus espaldas (más de 150 películas), Donald Sutherland sigue teniendo una presencia que se hace notar. En la serie de Antena 3 TV Sexy money , calificada como la Dallas y Dinastía del siglo XXI, da vida a Tripp Darling, un multimillonario, intelectual, sombrío y desilusionado cabeza de familia, que ve cómo sus herederos dilapidan su fortuna y manchan su prestigio con escándalos.

--Durante el rodaje de la serie Sra. presidenta se quejaba del horario de trabajo de la tele. ¿Qué le atrajo de Sexy money?

--Estaba bromeando, veo que tengo que tener más cuidado con lo que digo (ríe). Trabaje o no trabaje, me levanto todos los días a las cuatro de la mañana, así que el horario de trabajo es lo de menos. Lo que me gusta de la televisión es que me permite desarrollar un personaje durante 24 episodios o más, mientras que en el cine solo tienes una o dos horas para hacerlo. En el caso de Sexy money me atrajo la brillantez con la que está escrito el guión. Craig Wright, su creador, tiene un talento extraordinario. Cada semana me da líneas a cual más brillante.

--¿El dinero es sexi o sucio?

--¿Son las únicas alternativas? (ríe). El dinero facilita mucho las cosas. A mí siempre me ha faltado. Como dice mi personaje en Seis grados de separación , he vivido un precario alto nivel, por eso no encuentro que el dinero sea sucio.

--¿Es entonces la raíz del mal, como concluye la serie?

--No, yo diría que el dinero está en la base del mal, pero también en la base del bien. Ser rico puede ser muy útil si lo empleas para el beneficio de los demás y haces algo extraordinario con él, como es el caso de Bill Gates que, entre otras muchas cosas, ha fundado un granero en el Artico con semillas de todas las cosechas de alimentos del planeta, para cuando llegue el momento en que todo se haya perdido y deba alimentar a la población.

--Tripp es rico y poderoso. ¿Qué representa el poder para usted?

--Hay un viejo dicho que reza "el poder corrompe y el poder absoluto te pone cachondo", eso es lo que le perdió a Bill Clinton (ríe). Pero Tripp es algo más que un hombre poderoso, es un hombre fascinante, interesado por todo lo que pasa en el mundo, lo que requiera un proceso de creación, el arte, la literatura, la historia, la forma en que el mundo sigue cambiando, aprecia el mundo en el que vive, como es el caso de Bill Gates, Warren Buffet y este tipo de personas. Toman decisiones económicas, que no necesariamente tenemos que definir como buenas u honorables, pero importantes a largo plazo.

--En la serie, su personaje le dice a su esposa: "Pongo mi vida en tus manos para que juntos la llevemos, con cuidado, hacia la tumba". ¿Tiene eso resonancia en su vida?

--Una frase maravillosa, nunca he oído nada que defina mejor el concepto de pareja o alguien que entienda tan bien la finalidad de la vida y la responsabilidad que hay en una relación. Trato de ser valiente y repetírsela a mi mujer.

--¿Piensa en la muerte?

--A menudo. Con 72 años es natural que piense en ella.