--¿Por qué deja la SER?

--Por solidaridad, por amistad, por compañerismo, por respeto a mí mismo... Creo que en la vida debes tener unos principios e ideales. Cuando uno es amigo de sus amigos y es solidario con su gente, y les pasa algo que no te gustaría que te pasase, debes apoyarlos. Y como lo que le pasó a Paco González en la SER no me gustó, me voy con él, y con su equipo.

--Podría haberse ido hace 6 meses, con González...

--Sí, podría, y lo tenía claro, pero quise tomarme un tiempo para reflexionarlo, y no dar un paso de este calibre a bote pronto. A Paco le dije desde el primer día que me solidarizaba con él. Pero al otro lado estaba la SER, mi casa durante 30 años, y con compañeros a los que quiero y respeto. Al final tiraron más mis amigos.

--¿Han sido duros estos seis meses en la SER?

--No, no, mis compañeros me lo han hecho muy fácil, me han ayudado en lo que han podido para que estuviese a gusto y este tiempo no me ha supuesto ningún problema, salvo, claro, que me faltaba ese grupo de amigos.

--¿Qué recuerdo se lleva?

-¡Uff! Pues mi vida entera... Los mejores 30 años de mi vida, en los que he sido muy feliz. En la SER iniciamos un proyecto cuando no éramos los primeros, pero conseguimos desbancar a José María García y nos convertimos en líderes... Creo que modificamos la manera de hacer radio deportiva. Antes era más seria, enlatada. Hicimos una radio más fresca, dinámica, divertida... Pero sin perder la idea de informar. Me siento parte de ese proyecto.

--¿Se imaginó alguna vez trabajando en la COPE?

--Nunca. Creía que me iba a retirar en la SER. Solía tener ofertas en verano, económicamente mejores, pero nunca las quise oír, porque la SER era mi casa, estaban mis amigos y siempre he querido estar con ellos.

--¿Cómo ha acabado con la cadena SER?

--Conmigo se han portado correctamente... Es una casa grande, y saben suplir las bajas sin problemas.

--¿Cómo definiría a su sustituto?

--Antonio Romero es un fenómeno, es casi mi hijo, y le quiero con locura. Hemos viaja juntos por medio mundo, trabajando codo con codo y compartiendo muy buenos momentos. Antonio está muy capacitado, y le deseo toda la suerte del mundo.

--¿Le da algún consejo?

--Que sea él mismo. Que cuando se ponga ante el micro sea Antonio Romero, y no intente imitar a nadie. Vamos, como él suele hacer.

--¿Y qué espera de la COPE?

--Encontrarme el ambiente que tenía en la SER: camaradería, compañerismo, buen rollo... Y transmitirlo todo a la antena. Y luchar para ser campeones. Otra cosa es que lo consigamos. Pero nuestro objetivo es ser líderes.