Alex Barahona (Madrid, 1981) se hizo notar con su debut en Los Serrano, donde su papel de novio de Eva y rival de Marcos, y su físico, que llegó a mostrar casi al completo, no dejaban indiferentes. Desde entonces ha hecho de novio pijo de Lorena en Aída y ha participado en Física o Química . Ahora debuta en Sin tetas no hay paraíso .

--A la mayoría de los actores jóvenes de la televisión les hemos visto crecer, pero usted llegó y bien formadito. ¿Qué hizo hasta los 22 años?

--Lo de cualquier adolescente, y después la universidad, estudiando Ciencias Químicas. Estoy en cuarto y todavía sigo. De hecho, lo de hacer publicidad y trabajar como actor era algo que me tomaba, como se dice, con filosofía. Pero ahora, después de formarme en aulas de teatro, es cuando me veo un profesional.

--Pero tendría alguna inquietud artística...

--Escribía canciones, como afición, y me movía en los ambientes musicales de mi ciudad. Sin embargo, me presenté al casting de la serie Los Serrano solo por ver si conseguía algún dinerillo.

--¿Cómo se tomaron en su casa que todo un señor universitario se metiese a bohemio?

--Fue un cambio radical, porque estás cambiando tu forma de vida y siempre hay momento chungos, pero mis padres lo aceptaron. Cuando me vieron por primera vez en la pantalla, fue estupendo, aunque el nervioso era yo, por estar allí con los míos. Me costó verme.

--¿Ha pensado que está en un trabajo en el que lo mismo estás en alza que al siguiente te entierran?

--Sí, es difícil mantenerse y vivir de esto, pero es vocacional, aunque en mi caso no lo ha sido. Te pica el gusanillo y aceptas lo que te viene, que siempre es ajeno a ti, sin que cuente lo que has hecho. Lo importante es vaciarte en cada papel, no perder la ilusión y no creerte capaz de todo.

--¿Siente desconfianza?

--Hay que tenerla con lo que haces, pero cada vez me siento más maduro al abordar los personajes, los saboreo, no busco hacer solo lo correcto. Aunque solo sea por mis estudios, creo que empiezo a sacar toda la química y disfruto lanzándome al abismo.

--En Sin tetas no hay paraíso Miguel Angel Silvestre, El Duque, se ha convertido en un ídolo y símbolo sexual. ¿Le perjudica que él capte toda la atención?

--Me ha proporcionado más tranquilidad para trabajar, sin presiones. Además, yo he participado en tramas prácticamente paralelas. A Miguel Angel le va bien este éxito, y la realidad de la televisión es que se mira mucho la fachada, pero hay que valorar la interpretación.

--Después de las aventuras de El Duque y Catalina, ¿qué?

--Estoy en una película para televisión, Una bala para el Rey , sobre el intento de atentado a Juan Carlos en Mallorca, donde soy un policía en busca de etarras. También para televisión voy a rodar El bloque , que recoge la historia de los policías corruptos de Coslada.

--¿Le queda tiempo libre?

--Poco, pero lo aprovecho para el deporte, corriendo con los amigos e intentando batir marcas. No me verán en las discotecas.