--¿Qué significado tienen los premios Ondas que usted entregará esta noche, que alcanzan ya su 54 edición?

--Para la profesión, siguen siendo los premios mas valorados. Si te dedicas a esto, que te den un Ondas es lo mejor que te puede pasar. Están muy considerados y son muy respetados por toda la profesión.

--¿Se diferencian de otros galardones similares?

--No sabría decirlo. Yo sé que aquí hay un jurado de gente que se dedica a esto y tiene un gran prestigio profesional, que aportan a los premios que entregan. También son los más antiguos, y eso hay que tenerlo en cuenta.

--En enero comenzará a dirigir en la SER Hora 25 ¿Es complicado sustituir a Carlos Llamas?

--Es imposible sustituirle, tengo que hacer otra cosa. Pero cada uno somos cada uno y la ventaja de la radio es que te permite hacer un programa a tu medida. Yo pretendo hacerme ese traje a mi medida, aunque hay muchas cosas de Carlos que están en mí, como el compromiso con la profesión, el rigor y la precisión. Como él, me creo el compromiso con los oyentes y los espectadores, a los que no se puede engañar ni mentir. Hay que contarles las cosas y darles las claves para que ellos saquen sus propias conclusiones, sobre todo en esta época de tanta pelea, tan poco diálogo y tan poca explicación. Yo lo que intentaré es explicar las cosas.

--¿Qué importancia le da al hecho de ser la primera mujer que dirige un informativo nocturno?

--Intimamente, me siento muy orgullosa por ello. Externamente lo he dicho muchas veces: yo no me creo todo eso de las cuotas, porque pienso que al frente de las cosas están las personas que valen para ello. Pero creo que representa una victoria para nosotras, y también que es un síntoma de normalización.

--¿Va a cambiar muchos aspectos del programa?

--En principio, muy poquitos. Quiero ser muy respetuosa con los oyentes de la cadena SER, porque ellos querían mucho a Carlos y su forma de hacer el programa. Los cambios tienen que ser lentos, pausados. Primero esperaré a que se acostumbren a mí y luego comenzaré a transformar. El cambio más importante es que empezará a las ocho de la tarde.

--¿Televisión o radio?

--La radio me ha permitido descubir que puedo ser yo misma, que es más fácil sacar los sentimientos de una manera mucho más abierta. En cambio, la tele tiene algo que no tiene la radio: la imagen de las cosas que pasan, y hay acontecimientos en los que la imagen lo es todo.

--¿Odia algo de algún medio de comunicación?

--De la radio, tener que madrugar. De la tele, detesto que pese la audiencia sobre todo.

--A partir del caso de El diario de Patricia se han planteado los límites éticos de la comunicación. ¿Qué piensa del tema?

--La primero es que eso no es periodismo. Al margen de lo que pasó con Svetlana, creo que programas así no deberían existir, pero también entiendo que las teles necesitan audiencia.

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