La cadena pública japonesa, NHK, ha tenido que pedir perdón por un amago de toples en su programa estrella de Nochevieja, Kohaku uta gasen (Concurso musical de blancos y azules) . Durante la actuación del grupo liderado por DJ Ozma, 20 bailarinas fueron despojándose de su ropa hasta quedar en lo que, por televisión, pareció como un desnudo integral, con solo una especie de setas de distintos colores tapando la zona genital de las chicas. El alud de llamadas a NHK obligó a un presentador a pedir disculpas y aclarar que las bailarinas llevaban un top con un estampado que representaba los pechos desnudos. "Supongo que parecía demasiado real", declaró tras el programa el propio DJ Ozma, tratando de calmar los encendidos ánimos.

ESPACIO TRADICIONAL

Kohaku uta gasen se emite desde hace más de 50 años y es el líder indiscutible en la franja de las 19.30 horas hasta poco antes de la medianoche, cuando muchos japoneses acaban de comerse los tradicionales toshikoshisoba (fideos para cruzar el año), y pasan la sobremesa en familia ante el televisor. Aunque en Japón no están arraigadas tradiciones como la cuenta atrás o las 12 campanadas, el 31 de diciembre es uno de los pocos días del año en que los niños permanecen despiertos hasta tarde, por lo que muchos espectadores se sorprendieron especialmente al ver en la tele lo que parecía un espectáculo de baile y música de alto contenido erótico.

La canción que interpretó en el escenario DJ Ozma, Age, age, every knight (Arriba, arriba, todos los caballeros), es una composición al estilo de la música disco que triunfó en los los años 70 pero con un alto contenido erótico. Eso sí, el artista japonés jugó con los dobles significados para superar el pudor de la sociedad del país oriental, donde en el cine porno es obligatorio poner un mosaico difuminado en las zonas genitales.

DE PAYASO A HORTERA

DJ Ozma comenzó la polémica actuación disfrazado de payaso y se transformó en un ángel hortera (con el pelo a lo afro teñido de rubio y pantalones cortos brillantes con peto) sobrevolando el plató suspendido de un cable. Al finalizar, y tras la actuación, apareció, visiblemente sorprendido y con el rostro algo desencajado, Kitajima Saburo, uno de los reyes del enka (género musical entre el fado y la canción española), quien guarda un gran parecido con El Fary.