"¡Que se besen, que se besen!", corea un público absolutamente entregado. Podría tratarse de una celebración matrimonial, pero no. El escenario es el plató de La escobilla nacional, el programa de humor de Antena 3 TV que se ha propuesto poner patas arriba el mundo del famoseo a golpe de humor y donde cualquier cosa es posible.

Después de tres emisiones, la troupe de humoristas del programa da hoy una vuelta de tuerca al formato. Dos personajes reales --el deslenguado Jesús Mariñas y el presentador del show, Angel Llàcer-- van a descubrir y compartir escena con sus avatares televisivos.

"Tendremos que esperar al final", dice el exdirector de la Academia de OT, a un público que insiste en ver el piquito. "No has dejado de tirarme los trastos", le suelta, a continuación, a Mariñas. Este no se corta ni un pelo, ¡menudo es él!, y no le importa hacer un amago de bajada de pantalones: "¡Más, no! Ya sabes que soy transparente hasta en la entrepierna". La carcajada se extiende como un vendaval.

Fuera del plató, Queco Novell (el Mariñas televisivo) reclama atención, mientras Belén Esteban (Yolanda Ramos) refunfuña porque se aburre. "Angel, esto es un atropello --se queja Novell--. El auténtico Mariñas soy yo. Este tío es un farsante". Llàcer propone un test para deshacer semejante embrollo. La trama satírica está servida.

"He descubierto cosas sobre mí en mi doble, como gestos, detalles y movimientos, que yo no me veo-- explica a esta periodista el colaborador de Espejo público y DEC --. Incluso le han puesto un llamador de ángeles como este que llevo", y se saca del bolsillo un artilugio en forma de corazón. ¿Alguna crítica a su otro yo? "La altura y el excesivo maquillaje: no me maquillo, porque al cabo de un rato se te queda el cutis como de cartón piedra", cuenta.

Mariñas también desvela que al día siguiente del estreno de La escobilla... llamó a Novell para darle las gracias por la imitación. Parece contento, no como, según dice, otras colegas de oficio: "Cuando dije que el programa era divertido, la Patiño se quedó callada y con cara de cabreo". A la veterana periodista María Teresa Campos tampoco le entró la risa el fatídico día de la première: "Aquella misma noche me llamó muy enfadada y me comentó: ´¿Cuándo has visto que yo vaya con las gafas colgadas de un cordel?´. Yo le contesté: ´Teresa, ¡toda la vida!´".

DIALOGOS SIN RED

Por el plató desfilan también Karmele Marchante (la actriz Mireia Portas), Coto Matamoros (Javi Giménez) y Flipy (Jordi Ríos), entre otros. Pero el avatar de Mariñas es la estrella. El tertuliano de programas del corazón no tiene guión y Novell se lanza a la piscina sin red, arropado solo por un par de chuletas en el telepromter. A la primera de cambio, desata el cachondeo entre el resto del equipo, que sigue la escena muy atento tras las cámaras y los monitores. "Queco es un crack", deja ir alguien. El piropo no es para menos. Mariñas sigue lanzando tejos: a una isla desierta se llevaría a Llàcer, con posibilidad de ejercer de Tarzán o mona Chita. "¿Y a qué liana te vas a coger?", le replica Novell.

En la recta final entra en escena Carlos Latre, con cara y cuerpo de Llàcer. El desparrame ya es casi total. "Pobre Queco, cualquier día va a salir del armario", sueltan de nuevo en la retaguardia, entre carcajadas. "Qué cosa más bonita, que haya amor y besos en un programa del corazón", concluye Mariñas.

ANTENA 3 TV / 21.45 HORAS