A Cuatro le tocó el gordo el domingo. No solo emitió la clasificación para las semifinales de la Eurocopa de la selección española, sino que, de regalo, la victoria ante Italia se fraguó tras 90 intensos minutos de partido, 30 angustiosos minutos de prórroga y 10 minutos de penaltis no aptos para cardiacos. Total, que la expectación que generaron las más de dos horas de emisión permitieron a Cuatro ser líder del día con un 29,1% de cuota (su techo en su historia) y, de paso, tener el honor de pulverizar el récord de audiencia en España, con 15.372.000 espectadores que siguieron en directo los penaltis.

Con esta espectacular cifra, el España-Italia del domingo supera al hasta ahora techo de la audiencia en España desde que existen audímetros (1992): el cara a cara entre Zapatero y Rajoy (con 13 millones de espectadores, pero en retransmisión simultáneas por varias cadenas).

Según los datos de Sofres, durante los penaltis seguían la emisión de Cuatro el 77,5% de la audiencia, es decir, casi 8 de cada 10 personas que estaban ante un televisor. El momento álgido llegó al final, cuando Cesc marcó el penalti de la victoria. En ese minuto (23.20 horas), veían el partido 15.922.000 espectadores (79,9%).