Las productoras y las cadenas de televisión españolas pueden estar tranquilas: no habrá huelga de guionistas en España como está sucediendo en Estados Unidos. Pero no hay engañarse; que los escritores del audiovisual no cuelguen las máquinas de escribir no significa que vivan plácidamente. Al contrario, la situación es precaria en la mayoría de los casos pero muy diferente a la que ha llevado al paro al otro lado del charco.

La reivindicación de los guionistas norteamericanos de doblar los cuatro centavos que reciben por DVD vendido no tiene comparación posible en España, donde rigen los beneficios por los derechos de autor y el canon de copia privada que se alquila (surgió a raíz del boom del vídeo en la década de los 80). La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y Derechos de Autor de Medios Audiovisuales (DAMA) gestionan los derechos y el canon, una tasa que cobra a las empresas videográficas y que liquida a los autores. "Los baremos son muy complejos. En cine es fácil porque cobras según el taquillaje de la película, pero en televisión el éxito de audiencia no es importante, pues ganan lo mismo dos guionistas de un mismo género y producto similar independientemente de la audiencia", comenta Enric Gomà, secretario de Guionistas Asociados de Cataluña.

Otra cosa es el contrato privado entre guionista y productora o cadena de televisión. Pero los portavoces del gremio tratan de pactar unos mínimos, como una participación de ventas a terceros (una serie o filme que se pasa a DVD o que se vende a otra cadena) y sobre el mercadotecnia. "Pedimos entre el 2% y el 5% de los beneficios en una cláusula para todos. Pero la cosa está verde porque los productores se resisten a firmar un convenio con estas condiciones, como sucede con los británicos. Se escudan en que está prohibido firmar convenios con autónomos. Pero la ley de propiedad intelectual dice que el autor debe participar del éxito su obra", explica Toni Cama, del Fórum de Asociaciones de Guionistas del Audiovisual.

JUBILACION "CORRECTA"

Los españoles coinciden en el objetivo de extender sus reivindicaciones a los guionistas de realitys ("somos iguales, porque trabajan la realidad para crear una ficción", defiende Gomà), pero no piden aumentar los fondos de pensiones porque aquí no existen. "La gran mayoría de los guionistas somos freelances --recuerda Gomà--, así que pagamos autónomos para tener una jubilación correcta". Y respecto a la petición de los estadounidenses de cobrar el 2,5% de lo que genera su trabajo en nuevos medios como internet y móviles, aquí aún se está estudiando. "Con el boom de los vídeos logramos instaurar el canon. A medida que salga algún nuevo medio intentaremos incorporarlo".