Hace tres meses nadie conocía a Lena Mayer-Landrut. Era solo una desconocida chica alemana de 18 años, de Hannóver, atareada con el final de curso y el acceso a la universidad. El sábado se convirtió en la ganadora de 55º Festival de Eurovisión y dio su segunda victoria a Alemania. El primer triunfo germano fue hace 28 años.

Aficionada al baile, Lena había recibido clases de ballet, jazz y hip hop de pequeña. Su único contacto con las cámaras había sido alguna aparición como extra en telenovelas. Nunca había recibido clases de canto ni de interpretación. Unicamente había hecho unos pinitos con la banda de la escuela.

La tele alemana convocó un concurso de talentos para encontrar a su representante en Eurovisión. Decidió presentarse: era una más entre 4.500 aspirantes. Ni siquiera se lo contó a los amigos por temor a que se burlaran de ella. Pero fue seleccionada junto a otros 19 finalistas. Y fue superando fase tras fase hasta llegar a Oslo. En solo un mes, encandiló a toda Alemania. No es una exageración: las tres canciones que interpretó para que el público eligiera cuál quería en el certamen se colocaron entre las cinco más vendidas en iTunes en solo 10 días. A principios de mayo publicó su primer disco, My cassette player, que ya es número 1 en Alemania.

DIGES, EN 15 POSICION

Eurovisión la encumbró el sábado y los alemanes ganaron dando una lección: sin presupuestos desbocados, sin artistas consagrados y sin extravagantes puestas en escena. Solo con una desconocida, inexperta pero pizpireta joven, cantando y bailando sola que hizo real el cuento de Cenicienta y dejó a Daniel Diges en el 15º lugar con 68 puntos. Lo votaron 15 países, 11 de ellos del Este. Fue el otro protagonista de la noche por culpa de Jaume Marquet, alias Jimmy Jump. Tras la gala, Diges explicó que lo iba vigilando por el rabillo del ojo, porque temía que fuera armado. El artista lamentó que los servicios de seguridad tardaran tanto en echarlo del escenario: estuvo allí casi 20 segundos campando a sus anchas.

Lena fue recibida ayer por miles de personas a su llegada al aeropuerto de Hannóver. Hasta el presidente del estado de Baja Sajonia, Christina Wulff, le recibió al pie de la escalerilla para transmitirle las felicitaciones de la canciller, Angela Merkel. "Lena es la maravillosa expresión de la joven Alemania", había comunicado poco antes la jefa del Gobierno germano.