Cuando el Estado tiene que dedicar sus fondos a evitar la quiebra de los bancos, eliminar los anuncios en la televisión pública no parece la medida más apropiada, pero el presidente de la República francesa, Nicolás Sarkozy, ha decidido mantener las promesas del programa electoral que le llevaron al Elíseo. El Gobierno francés ha aprobado una reforma que llevará a suprimir totalmente la publicidad en el 2011. La primera fase, en la que los espots desaparecerán de France 2 y France 3 a partir de las 20.00 horas, se pondrá en marcha el próximo 5 de enero. Sarkozy ha justificado la reforma, que ha suscitado una fuerte oposición, en nombre de la "calidad del servicio público", que "no puede funcionar según criterios estrictamente mercantiles".

DOS NUEVAS TASAS Los espacios libres de publicidad se irán ampliando paulatinamente hasta la entrada en vigor definitiva del sistema de televisión digital terrestre (TDT), prevista para principios del año 2011. Para compensar la falta de ingresos publicitarios --estimada en 450 millones de euros, según fuentes del Ejecutivo de Sarkozy-- el Gobierno implantará dos nuevas tasas: una del 3% sobre la recaudación en anuncios de las cadenas privadas y otra del 0,9% sobre los servicios de los operadores de telefonía móvil e internet.

Sarkozy, que pone como ejemplo a la cadena estatal británica BBC, cambiará las reglas del juego. El presidente de France Television, hasta ahora nombrado por el Consejo Superior del Audiovisual (CSA) --organismo independiente que rige la actuación de los medios--, será designado por el propio presidente de la República. El CSA se limitará a emitir un informe sobre el candidato que proponga el jefe del Estado para un período de cinco años.

Las televisiones privadas serán las grandes beneficiarias del nuevo orden audiovisual. A partir de enero tendrán derecho a tres minutos extraordinarios de publicidad cada hora.