Notable alto. Esta es la nota que dan tres realizadores españoles a las retransmisiones del Mundial, torneo en el que destaca la apabullante capacidad tecnológica puesta en juego para captar hasta el más nimio detalle del juego, lo que implica dejar en evidencia garrafales errores arbitrales. Solo hay un aspecto que impide la excelencia audiovisual: el audio. El estrépito de las vuvuzelas hacen que el sonido de las emisiones sea insoportable. Las teles se quejan en vano: ante la excusa de que es un rasgo de la cultura surafricana, la única opción es bajar el volumen y esperar que esta moda trompetera no llegue a Europa.

Víctor Santamaría, responsable de realización en Canal+, también califica las emisiones de "muy buenas y muy espectaculares". "Quizá en los primeros partidos hubo un cierto abuso de las repeticiones con las cámaras de alta velocidad, que son ya espectaculares de por sí --dice--. Pero se han demostrado muy últiles, porque han logrado cazar prácticamente todas las jugadas polémicas, incluso sin balón, y eso no había pasado nunca". Santamaría considera que en este Mundial cuentan con unos medios técnicos "realmente fabulosos, una artillería impresionante con más de 20 cámaras en juego de todo tipo, aéreas, helicópteros, de alta velocidad, cenitales- ¡Pero si hasta en el túnel de salida hay tres cámaras! Es un gran esfuerzo técnico, pero la FIFA sabe que gran punto de apoyo es la tele, y en eso estoy de acuerdo".

CAMARA INFRAUTILIZADA

Para el Fernando Lozano (Telefónica Media), la realización de Suráfrica es "muy correcta. Si lo que se quiere es que se vea bien el partido, lo están logrando con creces. El uso de las cámara lentas también es muy correcto, sin recrearse excesivamente, y tampoco cargando en exceso las imágenes demasiados violentas o duras-, quizás porque sea una norma que impone la FIFA".

Lozano destaca el impacto de la cámara cenital, "que da mucho juego, pero que no la acaban de explotar, ya que no tiran mucho del zum. Pero en general la realización es perfecta, quizás se podría arriesgar un poco más, pero puede que no arriesguen por miedo a perder el balón, que es lo que realmente interesa".

"Técnicamente, la realización es impecable --alaba Xavier Garasa, realizador de Televisió de Catalunya--. Tienen todas las armas para hacer un gran espectáculo. Y a diferencia de otros Mundiales, en este utilizan desde la primera fase todas las posibilidades de las cámara superrápida, aérea, super lupa-". La cruz de este Mundial son las vuvuzelas, ensordecedoras trompetas que son la pesadilla de los profesionales. "Distorsionan el sonido ambiente", explica Garasa.

"El audio es horrible --se queja también Santamaría--, nos está volviendo locos, es algo terrorífico porque incluso nos provoca problemas de comunicación con nuestros profesionales en el mismo estadio. Lozano coincide con su colegas en criticar "las puñeteras trompetas".