Desde que abandonó la Academia de OT hace seis años, Gisela no ha dejado de trabajar en lo que soñó. Tiene ya tres discos editados, ha cantado las versiones españolas de dos filmes de la factoría Disney, fue la estrella de dos musicales e inscribió su nombre en el palmarés de ganadores del prestigioso Festival de Viña del Mar, en Chile. Y esta noche (La 2, 21.00), se enfrenta a un nuevo reto: clasificar por primera vez en la historia a Andorra para la final del Festival de Eurovisión del sábado. Y lo hará con Casanova , cantada en inglés.

Los artistas españoles más conocidos son alérgicos a Eurovisión. Pero Gisela lo tiene claro: "En el peor de los casos, no tengo nada que perder en Serbia, y me habré hecho una promoción internacional". Respecto a algunos de sus rivales, los llamados frikis, encabezados por Rodolfo Chikilicuatre, Gisela asegura que competir contra ellos hace que no se sienta en su ambiente. "Esas propuestas están bien, son muy divertidas, pero para otro tipo de certamen. Esto es el Festival de la Canción. Lo de los frikis es una pena, porque hay artistas que hubieran podido promocionarse".

Gisela tampoco teme al tópico del voto entre países amigos, aunque sabe que Eurovisión "es un concurso muy politizado". No obstante, el hecho de que esta vez haya dos semifinales, en las que algunos vecinos no podrán intercambiarse votos, y que un jurado de expertos elija en cada una de ellas a un ganador, hace que en Belgrado "se vaya a valorar mas el aspecto artístico" que el político. La extriunfita también desdramatiza que cante en inglés: "La decisión no fue mía --señala--. A mí me hubiera gustado competir en catalán, pero Eurovisión es internacional y queremos hacernos entender, que el público sepa lo que decimos en nuestra canción". No obstante, su puesta en escena rendirá un homenaje a Andorra: con sus bailarinas, Gisela pretende simbolizar la naturaleza.

Gisela tiene muy claro por que ha conseguido mantener su nombre en las agendas más importantes de la producción musical española: "La constancia y trabajar mucho. Para mantenerte en este mundo tienes que hacer muchos sacrificios". Un precio que, según ella, no todo el mundo esta dispuesto a pagar. Por ejemplo, su día a día para preparar el certamen ha sido "una autentica locura". Se levantaba a las siete de la mañana para aprender la coreografia de Casanova y conjuntarla con sus cuatro bailarinas, comía en un suspiro y marchaba al teatro Victoria de Barcelona, donde cada noche interpreta a Cenicienta.