--Usted presenta en estos momentos ¡Allá tú! y Operación Triunfo. ¿No se vuelve un poco loco?

--Ahora mismo me siento un poco cansado, porque cuando coinciden dos programas resulta bastante agotador. No tanto por el trabajo en sí, sino porque tengo la sensación de que estoy aburriendo a la audiencia. De todas formas, Operación Triunfo está a punto de acabar y yo seguiré solo con mi ¡Allá tú!

--¿En cada programa hace un tipo de presentación diferente?

--Absolutamente. En ¡Allá tú! no tengo ni un papel, ni guión ni escaletas. Salgo cada tarde a dejar que pasen cosas, jugando con la improvisación y con lo que dé el concursante. OT es el extremo opuesto, todo está pensado, diseñado y trabajado al milímetro. Aunque yo soy el mismo, el resultado es diferente, porque no es lo mismo trabajar con total libertad que sometido a lo que yo llamo la disciplina del prime time .

--Parece que a ¡Allá tú! le tiene una querencia especial...

--Sí, le tengo especial cariño. No pasa con todo lo que haces, pero, de repente, hay programas en los que consigues una química especial con el equipo, haces lo que quieres y estás a gusto. Eso es maravilloso. Con ¡Allá tú! me ha pasado eso, que parece que voy cada tarde a divertirme con un grupo de amigos.

--¿Sabría definirme a su concursante ideal?

--Pido muy poco, solo que se dejen arrastrar por la propia dinámica y emoción del juego, que tiene mucha. Lo malo es cuando se bloquean porque no quieren mostrar sus emociones. Yo siempre les pido que no quieran ser nadie, que sean ellos mismos, que sean naturales.

--Con los concursantes de Operación Triunfo no parece tener tanta confianza.

--Es que con ellos hay un problema difícil de solucionar, que es que están sometidos a aislamiento, incluso durante la gala, y cada vez que doy paso a la publicidad, se los llevan escoltados a una sala donde nadie tiene contactos con ellos, excepto para saludarles y cosas así. Eso hace que yo no pueda relacionarme mucho con ellos. En el concurso ¡Allá tú! es lo contrario, me maquillo con los concursantes, tomamos café, charlamos, bromeamos...

--¿Es consciente de ser el presentador de moda?

--Bueno estoy empezando a darme cuenta por lo que veo escrito por ahí, pero no era ese el fin de mi trabajo no mucho menos. Se han dado las cosas así y lo acepto, pero las modas me dan miedo, porque pasan y yo pienso seguir.

--¿Se ve toda la vida como presentador de televisión?

--De momento, a corto y medio plazo, sí. Ha sido duro llegar hasta aquí y hacerme un sitio en la profesión, y sería absurdo abandonar lo que he conseguido. Eso sí, a lo mejor me muevo en otras cosas, pero lucharé por mantener el puesto que tanto me ha costado conquistar.

--¿Entre esas cosas está su colaboración con ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados?

--Sí. Me han nombrado colaborador especial y estoy muy orgulloso y honrado porque es la primera vez que se lo ofrecen a un español. Ya estamos empezando a trabajar para concienciar a la sociedad sobre los refugiados en el mundo. Y estoy hablando con Tele 5 y Gestmusic para poner en marcha campañas para tratar el tema en los programas.