--¿Cómo es Ana Leal, su personaje en la nueva serie de Antena 3?

--Es una mujer que se enfrenta al drama de que hayan asesinado a sus padres y a su hija y, además, ser la policía que tiene que descubrir al asesino, lo que le crea una situación complicada, porque se mezclan sus deberes policiales con sentimientos mucho más personales.

--¿Eso la obsesiona?

--La obsesiona entre comillas. No es una mujer obsesiva, pero si tiene una cierta perturbación, porque ha quedado rota con el asesinato. Y eso se aprovecha en la línea argumental de la serie.

--Es un personaje que ríe poco, siempre en tensión ¿Es una dificultad interpretativa?

--Ese es uno de los retos más grandes que tengo en esta nueva serie, porque un personaje de esas características no sé hasta qué punto lo van a aceptar los espectadores españoles. Lo hemos hecho con muchísimo esfuerzo y tratando de hacer un buen trabajo, pero ha sido duro y psicológicamente agotador.

--Hace cinco años que no protagonizaba una serie, ¿por qué?

--El mundo de la televisión me da mucho miedo, porque es un medio que da estabilidad, es verdad, pero es que a mí la estabilidad es precisamente lo que me perturba. Soy una persona muy inconstante, y una serie requiere mucha constancia. Hay que desarrollar un personaje a lo largo de muchos capítulos, y yo soy una actriz muy cambiante, que me gusta mezclar los medios en los que trabajo. La televisión me obliga a aceptar que voy a trabajar 12 o 13 horas diarias durante una larga temporada, por eso solo la hago cuando un proyecto me interesa de verdad, como en este caso.

--¿Y qué le atrajo de Cazadores de hombres?

--Me atrajo la valentía del proyecto, que es muy distinto a lo que se hace habitualmente, y sobre todo un personaje de las características de Ana Leal: una policía que tiene la tentación de ejercer de justiciera vengativa, a veces actuando al borde de la ley. Es un personaje muy contradictorio que no he interpretado nunca, y que, precisamente por ello me seducía muchísimo.

--¿Se identifica con alguna de las características de ella?

--Soy totalmente ajena a todos los valores de mi personaje, que no tiene nada que ver conmigo, pero eso lo hace mucho más interesante.

--Tanto los directores como parte del equipo técnico proceden del mundo del cine. ¿Considera que se están borrando las fronteras entre un medio y otro?

--Yo creo que sí. Es un hecho que el cine está en crisis, aunque yo vengo oyendo hablar de esa crisis desde que empecé en él, pero desde que aparecieron las cadenas privadas ha aumentado mucho la producción de series de ficción, con lo que es normal que ambos mundos acaben mezclándose y alimentándose. En el campo de la interpretación, por ejemplo, ya no hay actores de cine, actores de teatro y actores de televisión, porque todos trabajamos en todos los medios.

--¿La televisión es la que aporta más popularidad?

--Sí, es verdad, pero no sé hasta qué punto eso es una ventaja, porque, yo al menos, llevo fatal eso de la popularidad. Soy una persona que me gusta mi trabajo, que consiste en curiosear en otras identidades y personalidades, pero todo lo de la promoción del actor y el gran poder de la televisión produce un cierto exceso de exposición pública que no me gusta mucho.

ANTENA 3 TV / 22.15