--No se quejará. El espacio Hoy por hoy, es líder de audiencia y acaba de recibir un Ondas.

--Estoy satisfecho, sí. Sobre todo porque se ha premiado el compromiso con el rigor, con la información, y la apuesta por la innovación de formatos. Lo primero, hace más de 30 años que lo intento mantener. En cuanto a lo de innovar, heredé un programa que era líder con un modelo determinado y lo estoy adaptando a los ritmos tranquilos que la radio permite.

--Vamos, que lo ha hecho suyo.

--La radio es el medio más auténtico que hay, porque es más instantáneo, más ágil. Y la persona que está al frente tiene unas características: habla deprisa o despacio, le gusta dar más opinión... El oyente lo compra o no. Por lo que el programa lo debes hacer tuyo desde un principio.

--¿Diferente al de Gabilondo?

--Cuando heredé Hoy por hoy , si hubiera intentado, ya no digo suplantar, emular la figura de Iñaki Gabilondo, habría sido un desastre. Yo siento el programa muy mío y si, encima, a la gente le gusta y lo escucha...

--Habla de innovar, pero el premio Ondas a la innovación radiofónica ha quedado desierto.

--Porque somos conservadores. El formato ómnibus de seis horas de radio se debe revisar. Y lo estoy haciendo, pese a que no se note en antena. Aunque igual después vemos que se debe mantener... Sí, sí, somos conservadores en las radiofórmulas, en los programas generalistas, y ahora estamos viendo quién da el primer paso.

--Y nadie se atreve.

--No, lo reconozco. Aunque ya veremos si somos los primeros. Porque si no lo hacemos los programas líderes... Estamos obligados a reinventarnos.

--¿Cuál cree que es el horizonte de la radio?

--Ante todo, el de la tranquilidad. Ahora, con la irrupción de las nuevas tecnologías y todos los gurús de internet que nos dicen y prometen que eso será el futuro, en caso de duda, hacer periodismo, y en caso de más duda, radio. Porque este es el medio al que más veces se le debe de haber pronosticado su muerte. Pasó cuando llegaron las primeras teles, luego con las privadas, ahora con internet... Y la radio siempre está ahí.

--Los cambios son inevitables...

--Lo que tenemos que hacer es adaptarnos a otro soporte, porque un 20% de los oyentes nos escuchan a través de la red. Y eso requiere modificar lenguajes, comportamientos profesionales... Pero siempre haciendo un producto periodístico digno. A partir de aquí, debemos modernizarnos, mejorar la interactividad a través de internet... Y lo estamos haciendo, sin perder el oremus. Y es que estamos en el momento de los pollos descabezados: todo el mundo da vueltas de un lado a otro.