--¿Cómo lleva la aventura de hispanizar Las chicas de oro?--Cada vez que empiezas algo nuevo siempre tienes la duda de si acertarás o no. El interés es muy grande. Yo había visto muy poquito Las chicas de oro, pero me pareció muy interesante y divertida. Hace tiempo, un compañero me dijo que tenía que hacer esta serie, y cuando me lo propusieron, no tardé nada en aceptar. Nuestro trabajo siempre está lleno de dudas, pero eso está bien: la seguridad es una cosa muy mala. Tener seguridad es algo que no te deja crecer en absoluto. Esa inseguridad de los actores es positiva.--¿Es verdad que le han reducido su papel de Valentina en Cuéntame...

Las chicas de oro,

--¿Es verdad que le han reducido su papel de Valentina en para poder hacer esta serie?--Sí. Fue difícil arreglarlo y compaginarlo, pero al final me dijeron que habían pedido a los guionistas que no me sacaran demasiado. TVE no quería renunciar al personaje y la productora de Cuéntame... tampoco. Yo estoy muy a gusto en esa serie tan maravillosa.--Pero sí dejó de ser coordinadora de actores en Cuéntame...

Cuéntame...

--Pero sí dejó de ser coordinadora de actores en --Sí. No podía seguir haciéndolo, era imposible. Las chicas de oro me absorbe mucho tiempo.

Las chicas de oro

--¿En qué consiste la tarea de dirigir actores?--Es un trabajo previo al rodaje. Se llama mesa italiana o ensayo a la italiana. Estudiamos el texto, aunque hay cosas que solo las ves en el plató, al mirar el monitor. Con los actores que tienen más dificultades trabajas más el texto.

--¿Ayuda a mejorar la entonación de los actores?--Si es necesario, sí. A veces, algún actor me dice que no entiende el texto y se lo leo. No hago nada más que respetar la puntuación. Es que hoy en día no se tiene cultura del texto.

--Sobre todo en televisión, ¿no?--Los actores que proceden del teatro sí la tienen. No es lo mismo hacer un guión de tele que una obra de teatro escrita y elaborada o un buen guión de cine. El texto es siempre lo fundamental. Andamos siempre empeñados en que los guiones sean lo mejor posible. Luego, en el monitor, ves las cosas que sobran, gestos, actitudes.

--¿Podría recordar alguna experiencia didáctica que haya vivido con los Alcántara?--El niño, Carlitos (Ricardo Gómez), ha asimilado la lección perfectamente. No para de decir: "No hay que hacer que se hace, hay que hacer".

--¿Qué es lo que más corrige?--Mi labor básicamente es la de quitar cositas: "No pongas cara, no hagas esto, no sobreactúes..." Ponerlas es más difícil. A veces, alguno de los directores de Cuéntame... me dice: "Ese actor está haciendo teatro". Y siempre contesto: "No, sobreactúa". Pero también se sobreactúa en cine y en televisión. A veces, yo veo en la televisión a actores que sobreactúan como en los peores y más remotos años.

Cuéntame...

--¿Y qué tal en la nueva serie con sus colegas de oro?--Muy bien. Concha Velasco es muy abierta y espontánea. Está llena de energía y tiene mucha generosidad. Me llevo muy bien con todas ellas. Con Lola Herrera había trabajado en la televisión nada más, mientras que con Carmen Maura estuve a punto de trabajar en dos ocasiones anteriormente. Pero hay un denominador común entre las cuatro intérpretes que compartimos esta serie, que es la energía y las ganas de trabajar.

--¿Prefiere ser quien dirige a los actores o actuar?--Nunca me había planteado hacer ese trabajo. Me lo planteé porque no existía en España mucho entrenamiento del actor. No era una vocación, sino que pensaba que era una necesidad. Y los actores necesitamos entrenar mucho.22.00 HORAS / TVE-1