--¿Satisfecha con el galardón?

Estoy muy contenta, porque es la primera vez que recibo un premio que lleva el nombre de un amigo al que quise mucho y admiré mucho y al que conocí cuando no podía ni soñar que mi trayectoria sería la que ha sido. El tesoro de la amistad previa a la popularidad lo tenía con Joan Ramon Mainat.

--¿Cómo se conocieron?

--Fue en 1982 o 1983. Jordi González me lo presentó. Su casa de Canet de Mar (Barcelona) era el centro de reunión cada fin de semana de jóvenes que empezábamos en la radio, como Ramon Pellicer, el mismo Jordi y Josep Lluís Merlos. Aquellas noches eternas de conversación y juegos de cartas las tengo muy presentes. Después fue durante un año mi jefe en TVE-Catalunya. El convenció a Pilar Miró de que la chica que hacía el 3x4 se tenía que aprovechar más. Y así hice un espacio de entrevistas que él bautizó como La luna .

--¿Qué es la radio para usted?

--Es el lugar al que siempre vuelvo. Es un hogar. Aunque me aleje de él de vez en cuando, cuando quiero regresar siempre está disponible. La radio me ha dado muchas alegrías y la posibilidad de mantenerme en el mundo de la comunicación a diario, cosa que la tele no te ofrece.

--¿Cuándo regresará a la TV?

--Nunca me he cerrado ninguna puerta. Si llegase alguna propuesta interesante, estaría en condiciones de pensármelo.

--¿No la añora?

--Echo de menos las personas que quiero, pero yo no estoy enamorada de mi trabajo. Simplemente me gusta.