La última batalla de la guerra del fútbol la ganó ayer Sogecable. El socio mayoritario de Audiovisual Sport (AVS) --con el 80%, mientras Televisió de Catalunya (TVC) posee el 20% restante-- impuso su criterio de que el Real Madrid-Betis era un partido de pago visión. Por este motivo, La Sexta y TV-3, que habían anunciado la emisión del encuentro, tuvieron que cambiar sobre la marcha la programación. Eso sí, ambas conectaron en directo con el estadio Santiago Bernabéu para poder ofrecer el avant-match.

El tira y afloja entre los dos grupos, enfrentados por los derechos de la Liga, Mediapro (que suministra la señal a La Sexta y TV-3) y Sogecable, se mantuvo hasta apenas una hora antes del encuentro. Cuando las cámaras de ambas empresas estaban en el campo dispuestas para iniciar la transmisión, fue la directiva del Real Madrid la que decidió lo que ya anunciaba Sogecable: los derechos audiovisuales del club blanco son de AVS, y es esta empresa la que había decidido que el Real Madrid-Betis se emitiera en pago por visión.

La decisión de que este encuentro fuese ofrecido en abierto la habían tomado la semana pasada la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y el director general de AVS, Daniel Margalef (el hombre de TVC), quien decidió plantear una tregua en la guerra del fútbol. La decisión de Margalef fue desautorizada por Sogecable, que negó ese acuerdo y anunció su destitución.

Precisamente ayer tuvo lugar un tenso consejo de administración de AVS en el que se ratificó la destitución de Margalef, aunque los socios, Sogecable y TV-3, no se pusieron de acuerdo en el sustituto. El enfrentamiento quedó patente en el comunicado que AVS/Sogecable hizo ayer, en el que denuncia que los representantes de TVC "se identifican más con los que incumplen reiteradamente los acuerdos y renuncian a su responsabilidad de defender los/sus intereses en Audiovisual Sport".