Hija de un fornido míster universo de mediados del siglo XX, Mickey Hargitay, y de todo un símbolo sexual del cine y las revistas para adultos, Jayne Mansfield --aspirante a rival de Marilyn Monroe fallecida en accidente de tráfico--, Mariska Hargitay se ha convertido en la nueva reina de la tele de EEUU. Madura entre jovencitas, morena entre rubias, acaba de alcanzar la cima.

Y lo ha hecho con la serie en la que lleva varios años, Ley y orden: Unidad de víctimas especiales (que han emitido La 2 y La Sexta), que va camino de batir récords de permanencia en pantalla. Mariska, de 43 años, es en estos momentos la actriz mejor pagada de la televisión.

Pero no se puede asegurar que la tiara vaya a permanecer demasiado tiempo en su cabeza, porque este negocio es una batalla continua marcada por las audiencias. Sin embargo, la actriz puede presumir ahora de haber firmado un nuevo contrato, después de amenazar con dejar la serie. Gracias a él, va a recibir 239.000 euros por cada episodio en el que intervenga. Mariska ha desplazado a la que hasta ahora era la mejor remunerada, Kyra Sedgwick, la estrella de la serie The closer.

De Hargitay no puede decirse que llevase una gran carrera profesional. En su día logró el título de belleza Miss Beverly Hills y después hizo pequeños papeles en Star 80, Los ghoulies y Leaving Las Vegas , además de apariciones esporádicas en series como Seinfeld, Los vigilantes de la playa y Urgencias . Al final ha conseguido consagrarse como estrella de la televisión, al menos en lo que se refiere a su cuenta corriente, porque artísticamente ya tenía un Globo de Oro en sus manos, varias nominaciones al Emmy.

Su fiel compañero en la serie, Chris Meloni, también está en alza. Las dos próximas temporadas, Meloni, sensible y a la vez duro azote de toda suerte de pervertidos neoyorquinos, recibirá 235.000 euros por episodio, la misma nómina de Charlie Sheen, el protagonista de la comedia Dos hombres y medio (La 2). En cualquier caso, el mejor pagado sigue siendo William Petersen, Grissom en CSI, que se embolsa 365.000 euros por cada una de las entregas de la serie.