Pilar Bardem interpreta a Elpidia en la serie de TVE-1. El personaje es el de una mujer dura, como ella, que también se ha labrado una imagen de rigor en su profesión, que nadie discute y todo el mundo valora. Con esta perspectiva habla de su trabajo, del esfuerzo que representa y de cómo ve la televisión en este momento.

--¿Qué es lo que le ilusiona de este proyecto?

--Para mí es importante que la gente joven se entere de lo que pasó en aquellos tiempos, que comprenda cómo fue el periodo posterior a la posguerra española y que sepa cómo se vivía en aquella época.

--La serie está ambientada en la posguerra. Fue una época que usted conoció.

--Bueno, la serie comienza en el 36, y yo nací en el 39. Fue una época dura, por las dificultades que conllevaba. La suerte, sin embargo, es poder contarlo.

--¿Explique su personaje?

--Elpidia es una mujer tierna y fuerte, que procede de un extracto social humilde, sin ideología, que piensa que las clases sociales son algo no cuestionable e inamovible. Por eso no entiende que un pobre, su hijo papel que interpreta Rodolfo Sancho, se pueda casar con una rica Ana Turpin, y porque piensa todo eso, también cree que la relación no funcionará.

--¿Con qué rasgo de Elpidia se identifica?

--Quizá con su entereza, con su capacidad de aguante. Yo he tenido que mantener a unos hijos, labrarme una carrera, hacerme una vida con mi esfuerzo.

--En la serie hay un abundante plantel de actores jóvenes. ¿Qué sensación le produce?

--Me encanta trabajar con gente joven, porque vampirizo sus energías, aunque, a veces, las energías me vampirizan a mí.

--¿Es verdad que se enfada en los rodajes?

--No, lo que ocurre es que me cabrean las cosas que no hacen bien los demás, incluso yo misma, porque soy muy autocrítica.

--¿Como trabajo, qué es lo mejor y lo peor de la televisión?

-- A mí, particularmente, me produce agujetas la gimnasia diaria que implica. El hecho de aprender un papel al día me provoca tensión y angustia.

--¿Echa de menos el teatro en televisión?

--Echo de menos los míticos Estudio 1 , porque acercaban grandes textos al público, lo cual no quiere decir que fueran aburridos. Existen textos cómicos espléndidos. Es una forma de acercar el mundo de la cultura al telespectador. De todas formas, lo mejor es ver el cine en una gran pantalla y el teatro en un escenario de verdad.

--¿Cuál es su visión de la tele actual?

--Hay cosas buenas y malas, pero estoy en contra de la proliferación de programas de cotilleo, que te coartan algo tan sagrado como la intimidad. Luego está la manipulación, la voz en off . Habría que autorregular todo esto. Sin ir más lejos, mi hijo Javier ha sufrido las consecuencias de este tipo de prácticas.

Amar en tiempos.... TVE-1, 16.00