Reconfortan las noticias y novedades que vamos sabiendo de la pareja del año, o sea, de La Pantoja y el alcalde. Según contaron el otro día en Salsa rosa (T-5), Julián Muñoz se ha portado admirablemente con su ex, Maite Zaldívar. Nos detallaron los bienes que le ha dejado, cedido o donado. A saber: varios centenares de millones de pesetas, un delicioso apartamento en Guadalmina, un hermoso local en Marbella y un valioso piso en el barrio de Serrano de Madrid. En efecto, es un patrimonio estimable. No obstante, y sin mermar ni un gramo el gran desprendimiento de don Julián, lo realmente admirable es advertir que toda esa fortuna la amasó a base de ir ahorrando las propinas que le daban cuando ejercía de camarero.

Terelu y sus filigranas. Esta hermosa familia mediática que conforman doña María Teresa Campos y su hija Terelu nos deparó recientemente un interesante tema la mar de meditable. Debido al asedio informativo que ha gozado Terelu por su nuevo romance, resulta que un día, en plena calle, increpó a fotógrafos y cámaras y los llamó "¡Miserables!". ¡Ah!, qué compañerismo más detestable. Lo virtuoso del caso es que, habiendo llegado el tema a oídos de su madre, ésta llamó a capítulo a su hija, y en el programa Día a día (T-5) le pegó una reprimenda. Demostró ser lista la señora Campos: corrigiendo a la niña en público, desde su espacio, transformó la regañina en una catapulta mediática para su Terelu del alma. Fina estrategia. Hay un tipo de criatura televisiva cuya tendencia natural es transformarse en parte consustancial del engrudo que fabrica su propio programa. O sea, tienden a ser juez y parte. Son casos interesantes.