--Inició su carrera con una telenovela, hace 26 años. ¿Cómo ha sido el camino hasta aquí?

--Largo, porque empecé con 16 años, y duro. He tenido que alternar la tele con el cine y el teatro para poder vivir. Pero actuar es mi pasión, soy una trabajadora y el poder hacerlo en estos medios ha sido enriquecedor.

--¿Cómo se siente al recibir el reconocimiento de público y crítica?

--Maravillosamente. Es algo que no hubiera esperado que sucediera a estas alturas de mi carrera. Por otro lado, ser la capitana del barco supone responsabilidad, aunque trabajar en una serie de esta categoría con un personaje complejo es un placer.

--Un placer que viene acompañado de sacrificios...

--Sí, estar separada de mi familia la mitad del año. Kevin y los niños viven en Nueva York durante el curso escolar y luego se reúnen conmigo aquí, en Los Angeles. Eso es lo que peor llevo, pero Kevin y yo hemos llegado a este acuerdo. Durante muchos años, he sido yo la que se ha quedado en casa con los críos mientras él trabajaba sin parar, y ahora me toca a mí. Afortunadamente, mis hijos son felices y se han adaptado bien. Todas las familias en las que ambos padres trabajan fuera de casa tienen que sacrificar algo.

--¿Qué esperaba de la serie cuando decidió grabarla?

--Sinceramente, no mucho. Los actores elegimos lo que nos parece mejor dentro del material que se nos ofrece. El resultado, a veces, decepciona o excede tus expectativas, como ha sido ahora el caso. Lo cierto es que no me esperaba este éxito, ha sido uno de los mejores regalos que he tenido en la vida. Después de muchos años de luchar, puedo decir que vivo un momento perfecto, tengo una extraordinaria familia y mi carrera se ha estabilizado a una edad en la que ya no me lo esperaba.

--Su caso no es aislado. Ahí están Glenn Close y Holly Hunter, a las que también les ha llegado el éxito con sus producciones televisivas...

--Es maravilloso que empiecen a florecer este tipo de series, en las que las actrices mayores de 40 años pueden demostrar su talento y seguir haciendo un buen trabajo. Está claro que la tele empieza a ofrecer productos de muy buena calidad, que no tienen nada que envidiar al cine.

--¿Qué le atrae de su personaje?

--Me encantan sus contradicciones. Por un lado es una fiera, cuando necesita luchar por los derechos de las víctimas y llegar a la verdad de los hechos, y es muy intuitiva. Pero, por otra parte, es muy vulnerable, sobre todo en su vida privada, en la que se siente insegura. No le gustan los cambios. Eso hace de ella un personaje atractivo.

--¿Brenda Johnson se ha apoderado de usted?

--En algunos aspectos, sí. La mayoría de las veces no planeo sus reacciones, sino que me salen sin pensar.

--¿Ha utilizado alguna de sus técnicas en su vida privada, por ejemplo, para hacer que la gente hable?

--Procuro no ser tan manipuladora como ella, aunque haya aprendido más de un truco que podría utilizar en el día a día. Creo que sé escuchar y hacer las preguntas apropiadas, cuando se presenta el caso.

--¿Se parece a la agente Johnson en algún aspecto?

--Sí, al igual que ella, me gusta comer chocolate para poder relajarme... Para mí, un día sin chocolate es como un día sin sol. Sigo una dieta saludable y hago ejercicio para estar en buena forma física, pero también creo que hay que darse algún gusto en la vida. ¡Es el ying y el yang !

CUATRO / 22.30