Tras pasar los últimos 10 años dedicado casi en exclusiva al cine, Eduard Fernández, actor de prestigio en la gran pantalla, se asoma de nuevo a la televisión, donde ya trabajó a principios de los 90. El regreso llega de la mano de Mariano Barroso, quien le ha dirigido en la serie Entre todas las mujeres, producción que el canal TNT estrenará en otoño.

--¿Por qué ha vuelto a la tele?--No tengo la sensación de volver. El soporte de los proyectos no me interesa demasiado. Siempre miro de qué se trata, y no el medio. Y hacer esta serie con Mariano me apetecía mucho y los guiones me gustaban. Es otra forma de hacer tele. Era un reto porque es como volver a los orígenes del oficio.

--¿Ha sido Barroso, director que le introdujo en el cine, la clave para que aceptara el proyecto?--Sí. Desde luego. Nos entendemos muy bien y tenemos relación desde hace muchos años. Era algo emotivo y personal.

--¿Cómo es su personaje?--Soy Nacho, un hombre que hace algo malo: roba. A partir de aquí, intenta salir adelante. Es un poco embaucador, un estupendo mentiroso, de los que engañan a las mujeres aunque no quieran. Intentará solucionar el problema del robo y, para ello, cada episodio acaba con una llamada a una mujer: a su esposa, a la amante, a su ex, a la madre, a la excuñada y a la psiquiatra.

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--¿Cómo son esas mujeres?--Todas han pasado por mi vida y lo que las une soy yo. Son muy distintas entre ellas. Las actrices son todas muy buenas.

--¿Por qué la serie es especial?--No suelo hacer series. Pero aquí fue diferente. Rodamos en una casa, no en plató, donde todo es muy ajeno. Vivía allí, en el campo. Había mucha confianza entre todos y evolucionamos en los seis capítulos. El equipo era reducido y pude proponer cosas del personaje y los diálogos.

--¿Se ve en otro tipo de serie?--¿Me ha visto en alguna otra?

--No. Aún no.--Creo que ya he respondido. No se sabe. Todo se andará. De momento no estoy.

--En una entrevista en 1996, decía usted: "Nadie dice que no a la tele. Es una oportunidad de hacer dinero y atrae gente al teatro". ¿Qué piensa ahora?--Entonces era verdad. Ahora ha cambiado mucho y la tele lleva gente al cine. Ahora los del mundo del cine quieren caras de tele. Es un cambio fuerte. Yo no soy de la tele. Tampoco soy popular.

--¿Está usted seguro?--Soy conocido pero entre la gente a la que le gusta mucho el cine. Y cuando me saludan por la calle lo hacen con respeto y es muy bonito.

--¿Qué papel juegan las mujeres en su vida real?--Según la literatura o la psicología, en la vida de todo hombre influyen la madre, la mujer, la hija... Las mujeres definen a un hombre, en general. Aunque también los amigos de un hombre ayudan a definirlo...

--Muchos directores y actores jóvenes han elogiado su apoyo.--Una actriz decía de mí que me admiraba porque le había tratado de igual a igual- ¡Me parece lo normal! El esfuerzo sería lo contrario. Aunque apoyar a alguien a veces sí es una decisión. Y en cuanto a guiones, me lo leo todo. Si vienen de directores noveles me da igual.

--Si mira atrás, en estos 10 años de carrera en el cine, ¿qué ve?--Eso lo dejo para los que miran desde fuera. Supongo que la suerte interviene, y que hay que estar en el momento justo en el sitio indicado, pero tienes que currar. También he tenido grandes no, y ha sido provechoso. Aprendes a hacer tu camino.

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--Como espectador, ¿qué le gusta ver?--Me gustan mucho, mucho los thrillers. Lo paso muy bien. En general, me gustan las buenas pelis. En cuanto a tele, veo poco. Me enganché a Los Soprano y la vi seguida. Fue entonces cuando me dije: ´Siempre cuestionando la tele y, mira, Los Soprano es fantástica´. Estaría bien encontrar una vía similar.

thrillers. Los Soprano

--¿Cómo sería esa vía?--Lo más importante es el ambiente, porque repercute en el producto. Es básico que la gente no esté aburrida y que no trabaje de forma mecánica. Cuando hay gente joven eso está presente. Tienen mucha pasión y me gusta. También es indispensable que los diálogos sean creíbles y estén bien escritos.

--Usted que puede escoger, ¿qué proyecto no haría nunca?--Una producción que no me aporte nada. Para trabajar necesito pasión. Y quien lo haga conmigo tiene que estar apasionado, querer hacerlo.