En el capítulo del jueves de Cuéntame... (TVE-1) los Alcántara celebran la cena de Nochebuena con espíritu cristiano: sientan a un pobre en su mesa, un vagabundo mutilado que encuentran en un descampado. El personaje resulta ser un excomandante del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) recién salido de las cárceles de Franco. Lo interpreta José Luis López Vázquez. Mientras cenan, la voz en off --el hilo narrativo de esta teleserie-- relata: "En cuanto aquel hombre comenzó a contarnos su historia, todos lo escuchamos con emoción". O sea, sólo se emocionaron los Alcántara porque a nosotros, a la audiencia, nos escatimaron el relato. Sólo al final, cuando ya iban por el postre, escuchamos las últimas palabras de aquel militar republicano. Estas: "Desde que los estalinistas destruyeron el POUM, dejé de creer en la política", y se pusieron a brindar con cava.

Hombre, no hacía falta volver a mutilar al mutilado comandante. Con la amputación de su brazo izquierdo, por parte del Ejército franquista, ya había bastante. No deberían haber cercenado también su historia de luchador antifascista. Conozco más de un guionista que pagaría dinero por que le dejasen construir en TVE el monólogo de un rojo, vagabundo y represaliado, sentado en esa mesa de Navidad de los Alcántara. Pero quizá --quién sabe-- en la actual TVE no cabe este relato. Siendo una serie estimable, y bien interpretada, adolece de exceso de edulcorantes.