El príncipe Enrique, nieto de Isabel II y tercero en la sucesión al trono británico, ha caído prisionero en Afganistán y está en manos de Al Qaeda. Sus secuestradores le someterán a una falsa ejecución y le obligarán a aparecer en un vídeo propagandístico difundido en todo el mundo. Este es el argumento de la producción dramática que ha desatado la polémica en el Reino Unido y que el canal de televisión Channel 4 emitirá el próximo día 20.

En el telefilme, de 90 minutos de duración, y en el que se mezclan filmaciones de secuestros reales con un montaje ficticio, el actor Sebastian Reid interpreta el papel del príncipe. Enrique es tomado como rehén después de que el helicóptero de combate Apache en el que viajaba se estrellara. En una de las imágenes, sus captores le apuntan a la cara con un arma, que resulta estar descargada, en una ejecución simulada. Después le trasladan a Pakistán, tal y como ha ocurrido en situaciones similares. Ya en ese país, un islamista británico reconoce al príncipe, que se convierte en una pieza de inestimable valor propagandístico.

"Soy el capitán Enrique Wales el nombre real que utiliza el nieto de la reina de Inglaterra en el Ejército. Me dan de comer. Estoy cómodo y me cuidan bien. El precio de mi liberación es la salida inmediata de Afganistán de las fuerzas de la coalición. Si esto no ocurre, no regresaré jamás a casa y jamás encontraréis mi cadáver", dice el Enrique televisivo, en el vídeo preparado por sus secuestradores.

Channel 4 ha sido acusada de "ultraje" e "increíble mal gusto" al preparar un espacio que, según el diputado conservador Douglas Carswell, "solo servirá para angustiar a las familias de los que tienen a sus seres amados en Afganistán".

El hijo menor de Carlos de Inglaterra sirvió durante diez semanas en la provincia afgana de Helmand, entre el 2007 y el 2008. El Ministerio de Defensa pidió entonces a los medios de comunicación que no revelaran su paradero. La estancia acabó abruptamente, cuando la noticia se filtró por internet. Ya entonces hubo un debate sobre los problemas de seguridad que implicaba el desplazamiento del príncipe y de todas las consecuencias que podría tener su eventual secuestro. Enrique querría, al parecer, regresar ahora a Afganistán, para pilotar un helicóptero de ataque tipo Lynx.

DRAMA JUSTIFICADO

Desde Channel 4, el director de documentales Hamish Mykura ha justificado el drama, aduciendo que son cada vez más los secuestros que se producen en suelo afgano, y si el príncipe decide regresar a aquel país, podría ser víctima de uno de ellos. La cadena niega que el filme descubra datos relevantes sobre la seguridad de las tropas británicas, ni incremente el riesgo potencial de secuestros. Los portavoces oficiales del príncipe de Gales no han querido hacer comentarios "sobre una pieza de ficción". Defensa también ha preferido guardar silencio.