Cuando se cumple una semana de la victoria de la selección española de fútbol en la Eurocopa ya se pueden echar cuentas de lo que significa este fenómeno de masas que es el fútbol: 1.050 millones de euros. Esta es la estratosférica cifra que han pagado a la UEFA las teles de 180 países para poder emitir el torneo. Hay que recordar que la UEFA se embolsó por estos mismos derechos audiovisuales de la Eurocopa del 2004 743 millones de euros. ¿Son 1.050 millones una burrada de euros? La referencia se puede tomar, por ejemplo, con la modesta Federación Internacional de Voleibol: ingresará 53 millones de euros por los derechos televisivos de los próximos dos años. Tampoco es moco de pavo, pero comparado con el fútbol es de risa. O sea que, ante estos números y en plena crisis económica mundial, los gerifaltes de la UEFA deben tener como música de ambiente en su sede en Suiza --donde están exentos de impuestos, por cierto-- lo que cantaba Supertramp allá por el año 1975: Crisis? What crisis?

Una vez repasadas las macrocifras, que nos sitúan en la verdadera dimensión del fútbol europeo, podemos bajar al detalle español. Aquí, quien más pujó por los derechos en exclusiva de la Eurocopa 2008 fue Sogecable, grupo que pagó la friolera de 70 millones de euros por los 31 partidos del torneo y que ha repartido entre sus dos empresas televisivas: la cadena en abierto Cuatro y la plataforma de tele de pago Digital+. Al margen del papel de la selección española --que es sobre la que gira todo este gran montaje--, el torneo se puede catalogar como un éxito de audiencia. ¿Pero este éxito permitirá cubrir los 70 millones de euros pagados? ¿Realmente es un negocio esta gran inversión por 19 días de gloria? (La extinta Vía Digital pagó 78 millones de euros por el Mundial del 2006).

La respuesta deberá ser intuitiva y personal, ya que Sogecable se cuidará muy mucho de hacer público cuánto ha ingresado en publicidad y cuántos abonados nuevos ha captado para D+. Pero vaya como pista lo que el mismo grupo filtró al suplemento Negocios de El País : cada espot de 20 segundos en el descanso de un partido de España en la fase previa vale 102.000 euros. Si el encuentro es de semifinales, este mismo anuncio cuesta 115.000 euros. Y para la gran final, el espot se dispara a 118.000 euros por un tercio de minuto. Si en el España-Italia hubo en el intermedio unos 30 anuncios, parece difícil que salgan las cuentas para cubrir los 70 millones desembolsados. Claro que siempre queda la compensación --bastante más intangible, eso sí-- del gran impacto social y de consolidación de marca que han conseguido Cuatro y Digital+. El problema es que el fútbol tiene muchos padres y es muy difícil lograr relacionarlo con una única tele. En el siglo XX, "fútbol es fútbol", según decía Boskov. En el siglo XXI, la tautología para la UEFA es "fútbol es dinero".