Ha salido en ¿Dónde estás corazón? (Antena 3 TV) el profesor de teatro que tuvo Norma Duval 30 años atrás. Se llama Pablo Villamar. ¡Qué personaje! Su aparición obedece a esos trabajos de demolición aplicada --de carretilla, pico y pala-- que los mineros de la víscera practican sobre el pasado de algunos emergentes personajes de la farándula. Este Pablo, con corbata pajarita y melena Just for men color azabache, contó que cuando Norma contaba 18 años de edad, y mientras le daba virtuosas clases de interpretación teatral, le sobrevino una pasión muy grande. Irrefrenable. Relató, saboreando el ardor de aquellos años: "Era una chica sorprendente. No había otra igual. Demasiado alta. Demasiado hermosa. Demasiado maravillosa...", y tras suspirar un momento, concluyó con feliz fatalidad: "Y el profesor no lo pudo evitar". ¡Ah!, qué historia más hermosa, nos decíamos en casa.

Lamentablemente, las vivencias --por literarias que puedan parecer-- pasadas por la tele quedan siempre muy canallas. Pablo Villamar siguió contando, y el horror comenzó a perfilarse. Explicó que su tórrido amor llegó a oídos del padre de Norma Duval, de profesión militar. Y que una tarde, en un callejón, le puso a Pablo una pistola en la sien ordenándole: "Si vuelves a salir con mi hija, te mato". Más aún: rememoró que encerraron entonces a Norma en la habitación de su casa. A cal y canto. Como castigo. Sin salir. Una semana. Dos semanas. Tres semanas. Y que ella, desesperada, al final no pudo más y "se envenenó tomando insecticidas. Norma Está viva de milagro".

Tras rememorar este detalle Pablo, nos quedó el cuerpo fatal, para qué nos vamos a engañar. Y lo peor de la noche fue el remate. A la pregunta de: "¿Y qué le parece la evolución que ha tenido Norma desde entonces?", contestó con desencanto: "La llevaron a los psiquiatras para que le hicieran un vacío cerebral". ¡Ah!, qué delicadeza la de Pablo, después de 30 años, llenando el tremendo vacío cerebral.