Concluida la cuarta ratomaquia (Tele 5), cabe hacer sucinto balance. Este ha sido el Gran hermano en el que Merceditas se ha desmelenado por completo. Si el morreo, o filete, que le pegó a Matías, rey de la milonga, fue sensacional, el de jueves a Pedro --ganador de esta edición-- también resultó tremendo. Primero le presentó como: "Paladín del esfuerzo y del trabajo". Eso de paladín no confundirlo con el chocolate a la taza homónimo, fue simplemente una expresión que seguramente recordó Merceditas de cuando era una chica bien del Real Club de Polo. Y, luego, siguió: "Es divertido y honesto, amigo de sus amigos, ha sabido escuchar y hasta recular y ha sido un buen hombre".

Después de este entusiástico saludo, y mientras Pedro entraba en el plató, Merceditas se abalanzó sobre él y le pegó el correspondiente boca a boca. Sólo le faltó rubricar la gesta diciéndole, en el más puro estilo retropaladín, aquello de: "España y yo somos así, Pedro".

En fin, que si esta ratomaquia pasa a la historia será por la pasional, creciente y hasta temible excitación que le ha ido sobreviniendo a la Milá cada jueves.

Al tercer clasificado, por ejemplo, Rafa, religioso que aparcó los hábitos en el armario del convento porque ansiaba ser ratoncito en Guadalix de la Sierra, le preguntó: "Oye, para mucha gente tú eres gay", y aunque luego añadiese: "Puedes contestar o no", se le notaron a Mercedes unas ganas, unas ansias de conocimiento y de saber, muy universitarias y virtuosas.

Es decir, que esta cuarta ratomaquia se ha inspirado --quizá más que ninguna otra-- en aquel pintoresco refrán que reza: La bragueta mou el món .

Con razón cuando llegó Desi, Merceditas tuvo un arrebato, una agitación, y le espetó maravillada totalmente: "¡Tú y Nacho habéis agotado los preservativos!", y una envidia sana la cimbreó por entero. Es curioso: ha ganado Pedro, el único que prefería besar a las ovejas.