Este ha sido sin duda el gran año de Siete vidas : ha sido galardonada con los premios de la Academia al mejor guión, la mejor serie de ficción y la mejor actriz (Amparo Baró) y, lo que es más importante, cada domingo convoca a más de cuatro millones y medio de espectadores, que es lo que más valora Amparo Baró.

--Al margen del éxito de audiencia, también debe ser muy gratificante que el premio lo concedan los propios compañeros.

--Claro. El que diga que no está contento con un premio, miente. Además, es la cuarta vez que la academia me lo concede. Los premios siempre gustan. Son como un acto de simpatía, señal de que te valoran. Además, los que nos dedicamos a esto somos vanidosos.

--¿No crea una cierta amargura habérselo quitado a Anabel Alonso, su compañera de reparto?

--Eso es lo peor. Yo, la verdad, estaba convencida de que el premio sería para ella, que está fantástica en la serie, o para Ana Duato (Cuéntame...). Creí sinceramente que se lo iban a dar a Anabel, y yo hubiera quedado igual de contenta.

--¿Qué le ha dado Siete vidas, aparte de premios?

--Ante todo, la satisfacción de volver a hacer TV después de muchos años y la sensación de que acerté con la decisión de aceptar la propuesta.

--¿Cuál es el secreto de la teleserie Siete vidas?

--Creo que es una serie muy inteligente, aunque esté mal que lo diga, que los guionistas son estupendos y que se ha ido acertando con las sucesivas elecciones de actores. Además, hay muy buen ambiente entre todo el equipo. Vamos, que cada vez sale más fresca, y eso se nota.

--Parece que las series están condenadas a enfrentarse unas con otras en guerras de contraprogramación...

--Me parece fatal. Nosotros lo sufrimos desde el inicio, y creo que las cadenas deberían ponerse de acuerdo para evitarlo y no hacer daño a nadie. A veces creo que es tan dañino que eso va a terminar con todo.

--¿Qué programa premiaría usted y cuál tiraría por la ventana?

--No lo voy a decir, porque estoy en televisión, pero me gustan las series, que suelen estar muy bien hechas. En cambio, hay programitas, así, en diminutivo, esos de los cuñados o primos de famosos, que son totalmente repetitivos y avergüenza que tengan audiencia y la gente los vea. Se hace una televisión que atenta contra la inteligencia.

--¿No añora hacer otras cosas, como teatro, por ejemplo?

--Por ahora, no. Ultimamente he rechazado un par de cosas de teatro; al principio lo compatibilicé con la televisión, pero ahora, no. Me gusta mucho lo que hago, y cuando ya no sea así, lo dejaré... Cuando termine la serie haré teatro.

Siete vidas. Tele 5, 22.00